La Provincia
Abdelhamid Sabri, Imán de la Mezquita de Vecindario, pidió "perdón en nombre de toda la comunidad musulmana" por la matanza ilegal de animales ocurrida durante la mañana del martes de la semana pasada en dos puntos de nuestro municipio, con motivo de la tradicional Fiesta del Cordero.
Ese día, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil encontró en una ganadería cerca de Arinaga tres corderos muertos, y otras veinte cabezas, también sacrificadas ilegalmente, en un invernadero de Playa de Vargas, lo que se saldó con denuncias a más de treinta individuos por estos hechos.
El Imán de Vecindario asegura que estas personas han incurrido en una "falta", para "el país que los acoge" y solicita a todos los musulmanes que respeten las leyes sanitarias que impiden el sacrificio de los animales fuera de las instalaciones del Matadero Insular.
Abdelhamid Sabri, además, agradece el esfuerzo "de los ayuntamientos, el Gobierno de Canarias y especialmente el que hace el Cabildo de Gran Canaria con motivo de la Fiesta del Cordero, habilitando más espacio en el matadero y ampliando los horarios" para dar salida a la demanda de sacrificios.
Sin embargo, apunta que sólo en Vecindario "viven unos 7.000 musulmanes" y en el Matadero en esa jornada se pudieron matar sólo unos 500 corderos, "lo que no puede solucionar el abastecimiento", que además, según la misma fuente "llegó tarde a las familias". Por este motivo pidió al Cabildo, corporación que gestiona las instalaciones, la posibilidad de acondicionar otras zonas con el visto bueno sanitario para que la celebración se desarrolle en los próximos años sin tener que incurrir en estos "errores".
Según el Imán, en Europa, en países como Alemania, no existen los mismos problemas con los que se ha encontrado en Canarias siempre por esta causa. También ocurren casos similares que se saldan con denuncias en otras regiones, lo que ha llevado a Mohamed Hamed Alí, representante de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, a demandar la generalización por el resto de España de los mataderos móviles que ya existen en Ceuta y Melilla, y que funcionan provisionalmente con un veterinario y un matarife.
La misma fuente explicó las dificultades lógicas que conlleva el abastecimiento por las características del ritual, en el que se contemplan aspectos como el corte del degüello, o el hecho de que el mismo cuchillo o incluso la persona que lo realiza no haya antes matado un cerdo. "Cada gota de su sangre", explica, "es importante porque no se trata del hecho de comer la carne, sino de recordar el momento en que Dios permitió a Abraham sustituir el sacrificio de su propio hijo Ismael por un cordero". Además insistió en que normalizar la jornada de la fiesta en los próximos años no sólo solucionaría el grave problema sanitario y de legalidad que se crea, sino que también sería beneficioso para los propios Cabildos. No obstante, aseguró que en Canarias existe una población musulmana de 60.000 personas. Una cuota, puso como ejemplo, de "10 euros por animal sacrificado, sería muy beneficioso para ellos y nosotros cumplimos con la legalidad".