Los cayucos y las pateras han dejado de arribar a Canarias. Las cifras han descendido a niveles anteriores a 2006, año en el que llegaron a las islas más de 30.000 inmigrantes irregulares. Esta drástica reducción, que ronda ya el 95% respecto al pasado año, ha provocado que los dispositivos de emergencia para menores se queden vacíos. De hecho, Mundo Nuevo, la ONG que gestiona estos recursos, ha ido cerrando progresivamente la mayor parte de los 27 centros que existían en las Islas.
Esta misma señana, le ha tocado el turno al dispositivo de La Esperanza, que se había convertido casi en un emblema de este fenómeno, ya que hace apenas dos años llegó a albergar a más de 800 jóvenes.
Según confirmaron a Diario de Avisos, desde el comité de empresa del mismo, Mundo Nuevo presentó un expediente de regulación de empleo para lograr el despido de los más de 30 trabajadores que aún se encontraban desarrollando su labor en el centro. Actualmente, en La Esperanza hay 16 menores inmigrantes, de los cuales 10 cumplen la mayoría de edad en el presente mes de diciembre. El resto serán trasladados hasta el dispositivo de Tegueste, que junto al de Arinaga serán los únicos que permanezcan provisionalmente abiertos por si llegasen cayucos en los próximos meses.
