El Camping Playa de Vargas, que fue inaugurado a finales del pasado mes de octubre, logró esta Semana Santa su primer lleno.
Unas 500 personas, entre canarios, peninsulares, ingleses, alemanes y checos, entre otros, han elegido el primer camping municipal de la isla para acampar en las 98 parcelas destinadas a las caravanas y los 26 refugios para pasar estos días de descanso.
El complejo tiene una superficie total de 126.458 metros cuadrados adaptada a la topografía del terreno y posee una fachada mirando al mar, disponiendo de los servicios de recepción, minimercado, almacén de material de windsurf y kitesurf, acceso a internet y wi-fi, duchas y vestuarios, botiquín y enfermería, cafetería, restaurante con zona de proyecciones, cocina, parque infantil, barbacoas, canchas deportivas, lavaderos y fregaderos, etc.
Las instalaciones se encuentran fuertemente fusionadas con el entorno, donde flora y fauna autóctona conviven en plena armonía con los visitantes. La cercanía al mar, a tan sólo 200 metros, permite disfrutar al máximo de deportes acuáticos como el windsurf o el kitesurf en una de las playas con las mejores condiciones para practicar este tipo de deportes.
Unas 500 personas, entre canarios, peninsulares, ingleses, alemanes y checos, entre otros, han elegido el primer camping municipal de la isla para acampar en las 98 parcelas destinadas a las caravanas y los 26 refugios para pasar estos días de descanso.
El complejo tiene una superficie total de 126.458 metros cuadrados adaptada a la topografía del terreno y posee una fachada mirando al mar, disponiendo de los servicios de recepción, minimercado, almacén de material de windsurf y kitesurf, acceso a internet y wi-fi, duchas y vestuarios, botiquín y enfermería, cafetería, restaurante con zona de proyecciones, cocina, parque infantil, barbacoas, canchas deportivas, lavaderos y fregaderos, etc.
Las instalaciones se encuentran fuertemente fusionadas con el entorno, donde flora y fauna autóctona conviven en plena armonía con los visitantes. La cercanía al mar, a tan sólo 200 metros, permite disfrutar al máximo de deportes acuáticos como el windsurf o el kitesurf en una de las playas con las mejores condiciones para practicar este tipo de deportes.