El Cruce de Arinaga se proclamó campeón de la Copa Federación Interinsular de categoría benjamín, tras el choque que lo enfrentó al Doctoral Ludesport, el pasado sábado 25 de junio, en el Pabellón Rita Hernández de Telde.
El 1-7 que reflejó el marcador al final del choque es demasiado castigo para el cuadro de Vecindario. Con todo, los de Arinaga fueron justos vencedores de la finalísima.
Los jugadores del Cruce de Arinaga salieron con mucho mas empuje desde el inicio del partido y se hicieron con el balón y las ocasiones. Los goles llegaron y pronto consiguieron una renta de 3-0 a su favor.
Sin embargo, antes del descanso, los jugadores del Doctoral Ludesport recortaron distancias y se metieron en el encuentro.
En la reanudación, fueron los jugadores de Vecindario los que llevaron la iniciativa con el objeto de seguir recortando distancias. Tuvieron sus oportunidades, pero no las materializaron.
Con el paso de los minutos las fuerzas se igualaron y el partido gano en emoción. La efectividad anotadora de los jugadores del Cruce de Arinaga fue lo que marcó la diferencia entre ambos equipos y lo que le permitió llevarse el entorchado copero.
El 1-7 que reflejó el marcador al final del choque es demasiado castigo para el cuadro de Vecindario. Con todo, los de Arinaga fueron justos vencedores de la finalísima.
Los jugadores del Cruce de Arinaga salieron con mucho mas empuje desde el inicio del partido y se hicieron con el balón y las ocasiones. Los goles llegaron y pronto consiguieron una renta de 3-
Sin embargo, antes del descanso, los jugadores del Doctoral Ludesport recortaron distancias y se metieron en el encuentro.
En la reanudación, fueron los jugadores de Vecindario los que llevaron la iniciativa con el objeto de seguir recortando distancias. Tuvieron sus oportunidades, pero no las materializaron.
Con el paso de los minutos las fuerzas se igualaron y el partido gano en emoción. La efectividad anotadora de los jugadores del Cruce de Arinaga fue lo que marcó la diferencia entre ambos equipos y lo que le permitió llevarse el entorchado copero.