Pero hay muchas más imágenes que están quedando en las retinas y en la mente de los que andamos por aquí. Este viernes hemos comenzado el día reunidos con el Obispo de Canarias. Con muchísimos ejemplos, con imágenes, nos habló de la necesidad de expresar nuestra experiencia del encuentro con Jesucristo. Para eso, decía, hemos de ser como el nogal, que sus raíces son tan grandes como sus ramas. Así habló a los casi quinientos chicos y chicas presentes de estar "enraizados en Cristo".
Y cuando dos de nuestros jóvenes, Sara y Fran, preguntaron qué actitud tomar ante los "indignados", el obispo encontró otra buena imagen para responder: "En los cochitos de choque, dijo, hay un aviso que dice: Prohibido chocar de frente". Lo mismo, dijo D. Francisco, hay que evitar los choques. Ni buscar la provocación ni responder a la provocación.
Pero si quisiera destacar dos imágenes del día. En la primera está el grupo de canarios, mejicanos y norteamericanos, cantando con entusiasmo, banderas en alto, nuestro particular himno: "Vivo en un archipiélago donde tocan el tambor...". Las guitarras y tambores con Paco, Roberto y Noelia llenaban de emoción y no solamente a los isleños. La segunda imagen es de Xiomara Elena, que en un sorteo fue elegida para representar al grupo de jóvenes canarios que mañana y pasado estarán más cerca del Papa. La alegría de Xioma y de todo el grupo fue desbordante, con baile incluido.
Hoy, ya ven, está siendo un día de muchas imágenes. Por la tarde, participamos en el Vía Crucis recorriendo quince imágenes, quince tallas, de la pasión y resurrección de Jesús. Quince obras de arte desde las que contemplamos los sufrimientos de multitud de personas. La situación de Somalia ha estado presente en todo el encuentro. Pero ante las imágenes de la pasión del Señor, de nuevo recordamos y rezamos por todas las personas que están sufriendo.
A veces hasta sobran las palabras, creo que cantaba nuestro paisano Braulio. Y así está siendo. Este encuentro tiene más que ver con la vida, con el testimonio, con la imagen viva que con las palabras. Anoche, cuando llegué a mi hotel, cerca ya de las doce, me llamó una de las chicas del grupo, de apenas 16 años, y me dice:
-"Suso, no salgas a la calle porque hay otra vez líos en
Me parecía bonito que una chiquita de esta edad quisiera cuidarme como una madre. Y yo, que sí pensaba salir, no quise defraudarla y, claro, me quedé en el hotel. Desde luego imágenes como estas valen más que mil palabras.
*Jesús Vega es párroco de Cruce de Arinaga y Arinaga.