Populares y socialistas en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria escenificaron ayer una alianza para intentar desbloquear la paralización de la instalación de la planta regasificadora de Gran Canaria.
Ambos grupos aprobaron una moción del PSC-PSOE, en la que instan al Cabildo de Gran Canaria a tramitar, con la mayor urgencia posible, "el Plan Territorial de Hidrocarburos e instale la planta de gas lo más cerca posible de la central eléctrica de Juan Grande".
Así, el Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, descartaba el Puerto de La Luz como posible ubicación de la planta de gas, después de ofrecerlo como alternativa al Puerto de Arinaga, y después de que todos los sectores, incluidos los empresarios implicados en su instalación, rechazaran la oferta del primer edil capitalino.
La moción socialista fue rechazada por Nueva Canarias, que apostó por la instalación en alta mar, y por Compromiso, que consideró que Gran Canaria debe dejar atrás los combustibles contaminantes y potenciar las energías renovables, como las derivadas del sol, del agua y del viento.
Los portavoces socialista y popular, Sebastián Franquis y María del Carmen Hernández, se mostraron de acuerdo en no fijar el Puerto de Arinaga como el sitio ideal para la planta "y dejar que sean los informes técnicos y económicos lo que concreten el lugar".
Hernández defendió la propuesta de Cardona de ofrecer la capital porque "su propuesta iba dirigida a impulsar el desarrollo económico de la isla" y defendió Arinaga como el lugar más adecuado.
Ambos grupos aprobaron una moción del PSC-PSOE, en la que instan al Cabildo de Gran Canaria a tramitar, con la mayor urgencia posible, "el Plan Territorial de Hidrocarburos e instale la planta de gas lo más cerca posible de la central eléctrica de Juan Grande".
Así, el Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, descartaba el Puerto de La Luz como posible ubicación de la planta de gas, después de ofrecerlo como alternativa al Puerto de Arinaga, y después de que todos los sectores, incluidos los empresarios implicados en su instalación, rechazaran la oferta del primer edil capitalino.
La moción socialista fue rechazada por Nueva Canarias, que apostó por la instalación en alta mar, y por Compromiso, que consideró que Gran Canaria debe dejar atrás los combustibles contaminantes y potenciar las energías renovables, como las derivadas del sol, del agua y del viento.
Los portavoces socialista y popular, Sebastián Franquis y María del Carmen Hernández, se mostraron de acuerdo en no fijar el Puerto de Arinaga como el sitio ideal para la planta "y dejar que sean los informes técnicos y económicos lo que concreten el lugar".
Hernández defendió la propuesta de Cardona de ofrecer la capital porque "su propuesta iba dirigida a impulsar el desarrollo económico de la isla" y defendió Arinaga como el lugar más adecuado.