Canarias7
La defensa del principal imputado en el caso kárate ha propuesto a la Sala que se encargará de enjuiciar el caso en los próximos meses, la citación de 188 testigos y de 14 peritos. El nuevo abogado de Fernando Torres Baena insiste en la tesis del complot que ya defendió su anterior letrado.
Fernando Torres Baena ha propuesto ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas que sean citadas para el juicio, en calidad de testigos a su favor, un total de 188 personas.
El presunto líder de la llamada secta del kárate interesa además, a través de su nuevo abogado defensor, Angel Luis Calonge, el cuarto que se encarga de representar al profesor de kárate en el procedimiento, que depongan ante el tribunal un total de 14 peritos.
La Sala tendrá que decidir ahora si acepta todas las pruebas que pide la defensa de Fernando Torres Baena. Lo más lógico es que sí lo haga, al menos en principio, para no coartar los derechos del imputado, aunque después, con la vista oral en marcha, pueda considerarse suficientemente ilustrada sobre ciertos aspectos del caso y proponga a las partes la renuncia de algunos testigos o peritos.
En cualquier caso, el tribunal tendrá que hacer sus cálculos sobre la duración de la vista conforme a las peticiones iniciales, y con las calificaciones provisionales sobre la mesa ya había ayer fuentes forenses que vaticinaban que el juicio podría comenzar en primavera para quedar visto para sentencia tras el periodo vacacional de agosto.
Otro asunto que está sobre la mesa de la Audiencia es la petición de algunas de las partes de que la vista se celebre a puerta cerrada, al menos durante la toma de declaración de las presuntas víctimas.
La tesis que esgrime Calonge para defender la inocencia de Torres es la misma que ya planeaba su segundo abogado defensor, Alfonso Ramírez Puig, hace un año, cuando el juez instructor se negó a aportar a la causa el listado de alumnos de un centro de kárate distinto al de Torres Baena: que el sensei, denominación de los maestros karatecas, es víctima de un complot entre la policía, el juez y sus ex alumnos.
La defensa del principal imputado en el caso kárate ha propuesto a la Sala que se encargará de enjuiciar el caso en los próximos meses, la citación de 188 testigos y de 14 peritos. El nuevo abogado de Fernando Torres Baena insiste en la tesis del complot que ya defendió su anterior letrado.
Fernando Torres Baena ha propuesto ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas que sean citadas para el juicio, en calidad de testigos a su favor, un total de 188 personas.
El presunto líder de la llamada secta del kárate interesa además, a través de su nuevo abogado defensor, Angel Luis Calonge, el cuarto que se encarga de representar al profesor de kárate en el procedimiento, que depongan ante el tribunal un total de 14 peritos.
La Sala tendrá que decidir ahora si acepta todas las pruebas que pide la defensa de Fernando Torres Baena. Lo más lógico es que sí lo haga, al menos en principio, para no coartar los derechos del imputado, aunque después, con la vista oral en marcha, pueda considerarse suficientemente ilustrada sobre ciertos aspectos del caso y proponga a las partes la renuncia de algunos testigos o peritos.
En cualquier caso, el tribunal tendrá que hacer sus cálculos sobre la duración de la vista conforme a las peticiones iniciales, y con las calificaciones provisionales sobre la mesa ya había ayer fuentes forenses que vaticinaban que el juicio podría comenzar en primavera para quedar visto para sentencia tras el periodo vacacional de agosto.
Otro asunto que está sobre la mesa de la Audiencia es la petición de algunas de las partes de que la vista se celebre a puerta cerrada, al menos durante la toma de declaración de las presuntas víctimas.
La tesis que esgrime Calonge para defender la inocencia de Torres es la misma que ya planeaba su segundo abogado defensor, Alfonso Ramírez Puig, hace un año, cuando el juez instructor se negó a aportar a la causa el listado de alumnos de un centro de kárate distinto al de Torres Baena: que el sensei, denominación de los maestros karatecas, es víctima de un complot entre la policía, el juez y sus ex alumnos.