Hoy se inaugura, a las 20.00 horas, en el
Museo de Historia de Agüimes, la muestra "Paisajes canarios en la
colección de la Casa
de Colón", que
forma parte del circuito itinerante de arte denominado Gran Canaria en vivo,
que organiza por 18 municipios de la isla el Centro de Artes Plásticas de la Consejería de Cultura y
Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, que dirige Larry
Álvarez.
Conformada por una selección de piezas del
museo americanista del Cabildo de Gran Canaria, la exposición, que permanecerá
abierta hasta el 08 de abril, propone al público un acercamiento al paisaje a
través de diversos artistas cuya producción plástica abarca desde finales del
siglo XIX a la década de 1970. La selección va de la costa al interior, y de la
visión naturalista-realista a la síntesis más geométrica, pasando por la luz
del posimpresionismo.
La muestra puede visitarse en el Museo de
Historia de Agüimes de martes a domingos, de 09.00 a 17.00 horas,
mientras que los festivos el público podrá hacerlo de 09.00 a 15.00 horas.
De 1893 es la obra de Poggi Borsotto que, con
una mirada idílica, como un viaje a la Arcadia, adentra al público de la exposición en la Caldera de Taburiente. Los
personajes aparecen diminutos ante la imponente arquitectura natural de
Taburiente. El pintor, fiel al naturalismo, trata de atrapar color y volúmenes
en el lienzo, para trasladar al espectador a una supuesta realidad transcrita e
incontestable.
En adelante, el paisaje que enseña la
colección comienza a desdibujarse, deja de ser incontestable para ser sentido.
La realidad no sólo es lo que se ve, sino lo que se percibe, lo que se siente
en contacto con el paisaje. Hay que congelar en el lienzo no sólo las rocas, el
mar y los árboles, sino también el momento íntimo, esa sensación que satura los
sentidos cuando se descubre un campo rojo de amapolas en primavera.
Esa nueva percepción del mundo será la que
abra la andadura a la modernidad en el siglo XX. La centuria se aborda en la
exposición en una secuencia que conduce desde el mar sombrío de López Ruiz a la
palmera sobre la pared soleada de Suárez León, pasando por el intenso verde
desdibujado de los árboles de Botas Ghirlanda o por las inertes rocas frente al
horizonte azul de Cirilo Suárez.
El punto de inflexión entre el paisaje
transcrito de Poggi Borsotto y las piezas más sincréticas de Antonio García,
Vinicio Marcos, Nils Berdeson o Manuel Ruiz, lo pone Nicolás Massieu y Matos.
Con Massieu, el paisaje se inunda de luz,
descomponiendo el color con una mirada posimpresionista. Los límites se
difuminan, los contornos pierden relevancia, importa el momento, el sentimiento
que se transmuta en luz, volviendo el mar violáceo mientras las montañas se
tiñen del azul intenso del cielo.
Este mismo conjunto de obras ya pudo
disfrutarse en Agaete y, tras su estancia en Agüimes visitará Santa Brígida
(abril) y Gáldar (julio).