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Gran final la que pudieron presenciar todos aquellos que se
dieron cita en la noche del pasado viernes en el Pabellón Obispo Frías para
ver el encuentro que enfrentaba al Arucas y al Planaga.
Ambos equipos llegaban
a la cita solventando la primera ronda y las semifinales de forma distinta, pero
no era impedimento para que los dos llegaran mentalizados de que sería un
partido igualado, y así fue.
El encuentro empezaba con respeto, tanto por parte del Arucas
como del Planaga, tratando de mantener la posesión de balón y aprovechar sus
ocasiones; el conjunto local tendría más mordiente y presionaba la salida de
balón del conjunto de Arinaga, aprovechando su frescura en el banquillo y juego
compacto en equipo, mientras que el Planaga solo empleaba un cambio para tratar
de no bajar el ritmo de partido.
Las ocasiones se iban sucediendo, si bien
fallaba el acierto de cara a los últimos metros, las porteras se convertirían en
grandes protagonistas del encuentro en última instancia blocando o despejando
bajo palos; el Arucas pidió penalty en una acción dentro del área visitante
pero que el árbitro no lo consideró así. No sería hasta el minuto quince de
juego en una contra por velocidad de Vane (Berta), en una indecisión entre Ana y
Yamina, y consigue adelantar a su equipo en el marcador.
Poco duraba la alegría ya
que poco después en una falta ejecutada por Ana, en un balón sin dueño, Eulalia
consigue adelantarse a su marca y establece la igualada en el marcador,
resultado con el que se llegaría al descanso.
Tras la reanudación la tónica de
juego fue prácticamente similar a la de la primera mitad. Sobre el campo se
demostraba el por qué los dos equipos habían llegado hasta la final; regates, contras, posesiones y jugadas ensayadas se reflejaban sobre el terreno
de juego, pero que terminaban una y otra vez con la falta de gol.
Se iban
acercando los últimos minutos y nadie quería tener que llegar a la prórroga,
sino finalizar dentro del tiempo reglamentario, ya que el gran desgaste físico
empezaba a pasar factura para ambos equipos. En una jugada fortuita, Diana
resultaba lesionada y su lugar lo ocupaba Vivian, quien a pesar de tener que
entrar sin apenas calentar, tuvo una gran actuación en los minutos
finales.
A falta de cuatro minutos para la
conclusión, el Arucas, a través de Yaiza, conseguía superar a la portera del
Planaga en una jugada con varias ocasiones de gol y, así, conseguir la ventaja
para las suyas.
El conjunto de Arinaga, dirigido por Juan Gil, trató por todos los medios de subir la igualada al marcador que le
permitiera afrontar la prórroga, pero ya el resultado no se volvería a mover
hasta el pitido final del árbitro.
Tras éste, todo el equipo del
Arucas celebraba la tan ansiada victoria en una final de copa que se les había
resistido en las cinco ocasiones anteriores que la había logrado disputar.