Carlos
Gallo*
En cualquier sitio es muy común y habitual escuchar como los
padres “amenazan o asustan” a sus hijos expresando algún término similar a
“cuando venga el policía……”, lo cual es un pésimo ejercicio de educación.
En estos casos se están refiriendo a la Policía Local, que
es la que vigila las zonas de playas y de circulación habitual en las
poblaciones, ante lo cual esos padres cometen un error gravísimo al educar a
sus niños, en el temor y en la desconfianza en esas personas que pueden ser sus
salvadores en algún instante de su vida y principalmente mientras son menores.
De esta forma los padres también promueven ese rechazo
habitual existente desde los jóvenes hacia las autoridades representada en este
caso por la policía local, lo cual muchas veces finaliza en situaciones mucho
más graves para los mencionados jóvenes, ya que no tienen claro que en la
libertad que todos disfrutamos existe el límite definido por la libertad del
prójimo, que también incluye a la autoridad.
Con esta exposición no estoy defendiendo para nada a los
policías locales, estoy defendiendo a los niños y futuros jóvenes, que son los
verdaderos indefensos, hasta que tengan una edad adecuada para saber razonar, decidir
y defenderse correctamente por sí solos.
Muchas veces cuando no me puedo contener, les realizo esta
misma observación a los propios padres cuando se lo están mencionando al niño y
siempre me lo aceptaron positivamente.
En definitiva, los padres deben educar a los niños
enseñándoles que los policías locales son sus protectores (que no significa
amigo) y que ante cualquier problema se debe recurrir a ellos, ya que son todas
personas conocidas del pueblo.
Niños: Los Policías Locales son vuestros protectores.
*Carlos Gallo es vecino de Cruce de Arinaga
(morongps@hotmail.com)