Torres Baena, durante una de las sesiones del juicio |
La defensa del principal acusado del caso kárate, Fernando Torres Baena, ha renunciado a interrogar a 40 de los testigos
que había propuesto, por lo que la vista de ayer fue suspendida y
se cambiará el calendario de sesiones, según ha informado el Presidente del Tribunal, Emilio Moya.
Esta decisión de la defensa obedece a un
cambio de estrategia, según fuentes cercanas al caso, considerado el mayor
proceso que se juzga en España por pederastia.
Moya ha informado de que las acusaciones
han aceptado la renuncia de estos testimonios, procedentes del entorno de los
pupilos de los acusados, durante la jornada, en la que ha declarado un
alumno del gimnasio de Torres Baena identificado con el número 77, a propuesta de la defensa.
Este testigo ha afirmado al tribunal que
las relaciones sexuales que mantuvo entre los 14 y los 16 años con el principal
acusado y con las dos monitoras procesadas fueron consecuencia de la
"manipulación" de la que fue objeto por parte de los acusados.
El testigo número 77 ha explicado al tribunal
que, aunque en su primera declaración ante la policía manifestó que esas
relaciones se produjeron de forma consentida y que nunca fue coaccionado por
los procesados, posteriormente la modificó.
A preguntas de la defensa, ha negado que el
cambio en sus declaraciones se debiera a que fuera instado a ello por otra
testigo, sino que entonces no lo desveló por "vergüenza".
Según ha dicho, perdió su virginidad con
la acusada María José González en algún momento cuando contaba entre 14 y 16
años y que, a raíz de ahí, también mantuvo relaciones sexuales con Torres
Baena y con la procesada Ivonne González, con los que llegó a formar tríos en
el chalé de Playa de Vargas, propiedad del principal acusado.
Este testigo ha señalado que las relaciones
sexuales que tuvo con las dos monitoras fueron propiciadas por el
"ambiente" que había en el gimnasio, al que dejó de ir en 2005,
cuando tenía 17 años, porque empezó a practicar fútbol.
Así mismo, ha dicho que, a pesar de que
es heterosexual, también consintió mantener relaciones con el
principal acusado por la "manipulación" de la que fue objeto.
Tras concluir el interrogatorio por parte
de las defensas y de las acusaciones, el magistrado ponente, Salvador Alba, ha
solicitado de manera reiterada al testigo detalles sobre cómo se produjeron
esos abusos sexuales, ante las elevadas penas a las que se enfrentan los
acusados.
El magistrado también se ha interesado por
el motivo por el que el testigo 77 volvió al chalé de Vargas entre los años
2005 y 2009, cuando ya había dejado de asistir al gimnasio de Torres Baena, a
lo que respondió que regresó porque tenía amistad con un hermano de la
procesada María José González.