Gregorio González
07 de noviembre de 2012. Gobierno y oposición se reúnen para esbozar un proceso que debían haber iniciado al menos cuatro años antes. Se trata de poner coto a los desahucios ordenados por los bancos.
Lamentablemente, este acto no surge por iniciativa de la "clase política". Mucho ha tenido que ver la presión ejercida por las plataformas antidesahucio; y los medios de comunicación, que a diario difunden imágenes desgarradoras en las que familias responsables, sencillas y trabajadoras, gente como cualquiera de nosotros, son literalmente arrastradas fuera de sus casas. Tan lejos ha llegado el tema que incluso algunos miembros del poder judicial han osado terciar en el asunto. No se ven "como los hombres del frac", argumentan. Y es que, desgraciadamente, no siempre lo legal es justo; no siempre lo justo es legal. Ante tanta presión el Gobierno, los políticos se rinden y buscan soluciones.
Muchos de nosotros, los llamados "clases populares", también estamos sufriendo una agresión sin precedentes. Están pulverizando nuestro estado de bienestar, el que hemos ido construyendo a lo largo de los siglos. El gobierno liquida la sanidad y la educación públicas, aumenta la carga impositiva directa e indirecta, castiga a las personas desempleadas y sube las tasas universitarias. Cercena el derecho al trabajo y abarata el despido. En definitiva, los más necesitados estamos totalmente desprotegidos.
Por contra, este mismo gobierno, elegido por ciudadanos "normales" se doblega a las exigencias de la gran banca y busca soluciones a sus problemas. Les regala dinero y les crea un "banco malo", que pagamos entre todos, mientras que ellos, los banqueros, expulsan de su casa a miles de familias honradas y trabajadoras. Tenemos, en fin, un gobierno que premia a los ricos y muy ricos que cometen fraude fiscal, que permite que los que tienen mucho dinero paguen de impuestos solo un 1% de su fortuna, mientras que el ciudadano corriente, ustedes y nosotros, debemos cotizar un promedio del 25%.
Nos agreden, nos segregan, nos maltratan y mientras, los voceros de la gran derecha, esos beneficiados por la acción del gobierno, pregonan que las huelgas no sirven para nada, que son una forma estúpida de perder tiempo y dinero. Pero no es verdad. Es una marrullería. Mienten como bellacos.
Rosa Parks, la mujer negra de Monterrey (Alabama) que se negó a ceder su asiento en la guagua a un blanco, vio reconocido su derecho a la igualdad en 1964, una década más tarde. El gran Gandhi consumió decenios en conseguir la independencia de la India.
Y aquí todos sabemos que los problemas no se solucionan de un día para otro, que con una huelga no basta. Es cuestión de tiempo y de constancia, de convicción y de claridad de ideas, de ganas de luchar por lo nuestro y, sobre todo, de unión. Es imprescindible el compromiso colectivo. Una sola voz no hace coro; miles hacen coral.
Muchos trabajadores tendrán miedo de perder su puesto de trabajo por secundar las huelgas. Lo entendemos. Pero, a pesar de eso, todos, especialmente aquellos que disfruten de una relativa seguridad laboral, estamos obligados a implicarnos, a luchar por la causa. La unión hace la fuerza, reza el aforismo. Y es verdad demostrada.
Por eso tenemos que hacer una y muchas huelgas, una y muchas manifestaciones de protesta. Por eso todos tenemos que participar en la huelga y las manifestaciones del 14 de noviembre, sin escusas. No estamos solos, media Europa nos acompaña. Los derechos sociales se consiguen en la calle, luchando, e incluso arriesgando. Los poderosos no regalan nada. Nada es gratis en esta vida. Los derechos laborales, los derechos sindicales, el bienestar social que disfrutamos ha costado sudor y lágrimas..., y sangre. No podemos defraudar a los que han luchado para que estemos donde estamos. Tenemos que combatir. Para que la rapiña de unos pocos avaros no tumbe nuestro sistema de vida, huelga sí, y si es necesario, muchas.
¡A luchar por lo que queremos! Tomemos ejemplo de las plataformas. Presionemos hasta que claudiquen. No te escondas. Esto también va por ti.
¡Todos a la huelga el 14 de noviembre de 2012!