17 de mayo de 2013

Opinión: "De la crisis económica a 'Sí se puede'"

Viernes, 17 de mayo.

Fernando T. Romero*
La pertinaz crisis económica, que no cesa, está sometiendo a nuestro país a un progresivo e imparable empobrecimiento social. Los datos del desempleo, según la EPA (Encuesta de Población Activa), publicados el pasado 25 de abril (como ya es conocido), indican más de seis millones de personas desempleadas en el conjunto del Estado (27% de la población activa); pero en Canarias alcanzamos ya la cifra de 385.600 parados (34,27%) y, por provincias, en Las Palmas se supera ya el 35%. Y si hablamos de las cifras del desempleo juvenil, a nivel del Estado la media es del 57%, pero en nuestra Comunidad Autónoma alcanzamos ya el 69,18%. Estos datos son insostenibles, además de dramáticos.
Por otra parte, actualizando datos sobre el paro registrado en los servicios públicos de empleo durante el pasado mes de abril, tenemos que a nivel del Estado, disminuyó en 46.050 personas. Pero en Canarias, ese mismo registro, indica un crecimiento del desempleo en 4.152 personas. En este momento, más de 130.000 desempleados canarios (45%) no perciben ningún tipo de prestación económica.
Recordemos que, frecuentemente, organizaciones como Cruz Roja, Cáritas, Banco de Alimentos y otras ONGs, confirman la gravedad de nuestra situación socioeconómica. Lo mismo ocurre con muchos ayuntamientos, a través de sus concejalías de Servicios Sociales.
Sin embargo, no olvidemos nunca que detrás de esas escalofriantes cifras, hay rostros humanos, están personas de carne y hueso (como nosotros), con nombres y apellidos. Y todas ellas, con aspiraciones, ideales y proyectos de vida. Sin embargo, algunas personas ya empiezan a perderse, buscando, sin éxito, la salida de ese laberinto social en el que viven. Todas, desde luego, agradecen las ayudas y la solidaridad ciudadana, pero el desgarro interno producido es muy difícil de superar y de sanar.
Y los gobiernos de turno, tanto del PSOE como del PP, no han hecho otra cosa en los últimos años que arrodillarse ante poderosos representantes e influyentes organismos y/o entes multinacionales (FMI, BCE, Sr. Rehn, Sra. Merkel…) a los que sólo les unen una cosa: el dinero. Y se han olvidado de los ciudadanos nada más llegar al poder.
Nuestros políticos gobernantes del PP lo justifican todo, mintiendo descaradamente, cuando afirman que a ellos (gobiernos) tampoco les gusta las decisiones que toman, pero que no hay alternativas y que no se puede aplicar ninguna otra política económica. ¡Falso! ¿Por qué no aprenden algo y aplican algunas de las medidas que están llevando a cabo países como Estados Unidos o Japón, nada sospechosos de veleidades extremistas? Políticas de recortes, sí; pero también políticas de crecimiento.
Aquí, no. Aquí, sólo recortes y más recortes. No se obtienen resultados positivos, pero no se rectifica. Prefieren persistir en el error y, además, se pavonean de ello. Los gobiernos, conscientemente, se aprovechan de la poca conciencia política y de la limitada actitud de movilización de los ciudadanos. Y así nos va…
El Sr. Rajoy estando en la oposición, cuando nuestro país, según la EPA, alcanzó la cifra de cinco millones de personas desempleadas, calificaba al Sr. Zapatero de inútil. Después de 15 meses gobernando el PP, se han superado los seis millones de parados. Siendo ecuánimes, tendríamos que calificar al Sr. Rajoy de igual de inútil, pero ahora multiplicado por tres.
Además de no cumplir su programa electoral, tampoco se cumplen sus propias previsiones económicas a corto plazo. Recordemos que aprobaron el pasado mes de diciembre los presupuestos del estado para 2013 y, llegado el mes de abril, ya han quedado desfasados. Algo nunca visto en la etapa democrática. Desde luego, el actual gobierno está superando (en negativo) todos los récords de gobiernos anteriores.
Si son incompetentes, ineptos e incapaces de sacar al país adelante, ¡que se vayan! ¡Que den por finalizada la legislatura y convoquen nuevas elecciones! Y ya vendrán otros…
Pero es, entonces, cuando surge otro importante problema al que tenemos que hacer frente: el rechazo de muchos ciudadanos a la actividad política y a todo lo político, debido a los comportamientos nada ejemplares de muchos cargos públicos y por las perjudiciales decisiones tomadas por los distintos gobiernos del PSOE y del PP.
Todos sabemos que, aprovechando el malestar ciudadano, han surgido en algunos países (Grecia, Italia) organizaciones y partidos políticos, que rechazamos, caracterizados por su demagogia y populismo (el ultraderechista Amanecer Dorado o el Movimiento Cinco Estrellas, reflejo de la antipolítica). No debemos dejarnos llevar por sus “cantos de sirena”, ya que tenemos que aprender de la historia reciente para no repetirla.
Y ante este panorama general, es triste que movimientos y organizaciones sociales como “El 15M”, “Democracia real ya”, PDH (Plataforma de Afectados por las Hipotecas) y otros colectivos con gran raigambre y apoyo social en nuestro país, no decidan coordinarse, elaborar un programa de mínimos y crear una plataforma político-electoral capaz de presentarse a las elecciones y, de esta manera, encauzar todos esos apoyos y energías sociales hacia un auténtico y verdadero cambio político.
Estamos convencidos de que realizar otra política económica que favorezca a los ciudadanos (y no tan brutalmente a los bancos y a las grandes fortunas), sólo se puede hacer con eficacia desde la política, estando dentro del Parlamento. “Sí se puede”, dicen ellos, y uno lo comparte; pero hay que coordinarse y “mojarse”.
De no ser así, podrían surgir, también en nuestro país, organizaciones y partidos con la demagogia y el populismo por bandera. Desde luego, si eso ocurriera, estos movimientos con amplios apoyos sociales, tendrían una parte de responsabilidad ética por no atreverse a dar el paso.
La alternancia en el poder de los mismos (PSOE y PP) se ha demostrado que no aporta ninguna solución al país, pues aplican, globalmente, la misma política económica.
Por tanto, en este momento, es necesario que surja con fuerza en el Estado, en la Comunidad Autónoma o en la propia isla de Gran Canaria, coaliciones de determinados partidos minoritarios, nuevas organizaciones y/o plataformas políticas a partir de colectivos locales que, sumando, puedan constituirse en seria alternativa al asfixiante y agotado bipartidismo actual. ¿Se puede o no se puede? ¡Sí se puede! Pues a ver… ¡Que lo veamos!
*Fernando T. Romero es miembro de la Mesa de Roque Aguayro.