La noria del tiempo que nos va haciendo girar inexorablemente nos ha traído de nuevo a las puertas de un nuevo año y a la celebración de la Navidad.
En nuestra cultura cristiana festejamos el nacimiento de Jesús, pero es bueno que aprovechemos la ocasión para celebrar también otros nacimientos.
Debe nacer en nosotros la esperanza y las ganas de luchar por conseguir un mundo mejor. Para avanzar en la búsqueda de soluciones a los problemas del hambre, las desigualdades, las guerras y la destrucción del planeta.
Debe nacer en nosotros la convicción de que no podemos permanecer con los brazos cruzados ante los que nos están hurtando los derechos laborales y sociales; ante los que nos cercenan la justicia y la igualdad y nos limitan las libertades y la democracia.
Deben nacer en nosotros renovadas ganas para el encuentro y la solidaridad. Para mirar a nuestro alrededor y ponernos al lado de los que sufren y combatir las injusticias.
Que la Navidad nos traiga paz, salud y felicidad. Y fuerza para no renunciar a los anhelos y a las ganas de luchar por nuestra familia y nuestra comunidad.
Que 2014 sea un año para los derechos de los ciudadanos y la justicia social.
Que el seis de enero, los Reyes Magos nos llenen de afectos e ilusiones.
Paz y felicidad para todos y todas.
Felices fiestas.