Juan Antonio Melián, con camiseta blanca, explica una de sus obras al Alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco A. Pérez (d) |
La Galería Casa Condal de
Maspalomas acoge hasta el próximo 30 de mayo la exposición escultórica "Pensamientos" del joven forjador agüimense Juan Antonio Melián.
Las 27 piezas que componen la
muestra han sido moldeadas a fuego y martillo por este prometedor e innovador
creador que ya de niño jugaba con tierra y agua en los surcos de
los tomateros formateando las formas que veía en las nubes, en las piedras y
laderas de los barrancos, e incluso en el trasluz de las ramas de los árboles.
La exposición de Maspalomas
se inauguró con la presencia del Alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, y de la edil del área de Cultura, Elena Álamo, con quienes este forjador, al que nunca le gustó estudiar, y que está inscrito en el registro de artesanos de la Fedac, se sinceró a
raudales sobre su historia profesional y su andadura artística.
“Trabajo como un romano porque tengo la necesidad de exteriorizar lo que pienso y lo que siento, sea la
hora que sea y el día que sea; da igual que sea sábado o domingo. Intento
atrapar la idea en un papel, en la tierra del piso o en el cristal del coche,
donde sea, y sobre la marcha me pongo el mandril y enciendo la fragua”,
confiesa pletórico sobre su ebullición creativa que depende mucho de su estado
de ánimo.
Juan Antonio Melián es
escultor porque desde siempre su naturaleza esencial le exigía crear a todas
horas, ya fuera en los tomateros cuando acompañaba a su madre, o bien en el
taller de su padre, que con menos de 7 años lo educó en el manejo de las
principales herramientas de la forja.
“Siempre pensaba en
desarrollar formas que exploraba en la naturaleza”, hasta que descubrió que en
esas formas había posibilidades de transmitir sus propios pensamientos, y que
ese era su "mejor modo de comunicarse con la sociedad y el resto del mundo”,
afirma con franca timidez, reconociendo al tiempo que se entiende “más y mejor
con los hierros que con algunas personas”.
Juan Antonio Melián vive para
lo que hace. “No entiendo el fútbol ni a la gente que entiende de fútbol.
Respeto todas las opiniones y gustos, pero yo soy esto, estas creaciones son mi
vida”, comenta de forma llana sobre una obra artística que por impulso
hipercreativo le ha dejado el cuerpo lleno de quemaduras y cicatrices.
Sus obras, a las que ha ido
incorporando la piedra y la madera, tienen todo tipo de formato. “El hombre
chico hace cosas chicas, y el grande cosas grandes. Pero si el hombre chico
hace cosas grandes aprende y crece con esas creaciones”, dice sobre sus propios
proyectos.
Entre las esculturas que el autor, nacido en el barrio de La Banda, presenta en esta muestra destaca la obra "El Sembrador", donada al
Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y consistente en una escultura móvil de dos metros de alto capaz de
articularse con el viento y el calor del sol, trabajada como una alegoría
dedicada a los labradores esforzados y constantes de nuestra tierra.
También destacan la escultura "Maternidad", donde denuncia el egoísmo humano a través de una madre que
entrega a su hijo desnutrido y sin fuerzas a la humanidad para generar
conciencia sobre la importancia del compartir; la obra "Tierra", en forma de
hoz gigante en memoria de su abuelo paterno Juan Melián Pérez, natural de Risco
Blanco, y al que conoció por las leyendas que le contaban su padre y sus tíos, o
la pieza "Huella", consistente en un chola calamar de tamaño medio, donde
manifiesta sentimientos y recuerdos de infancia, en concreto como quedaban
marcadas en sus pies las huellas del sol. Esta pieza, de aproximadamente un
metro, no la hizo más grande, con el tamaño suficiente como para poder acostarse
dentro, dice, “porque no tenía el material necesario y suficiente”.
Juan Antonio Melián llega a
la Casa Condal de Maspalomas tras haber participado en la última edición de la
Feria de las Artes y la Artesanía de Maspalomas.