Yanira Álvarez*
El petróleo
tiene el problema de ser insoluble en agua y por lo tanto, difícil de limpiar.
Además, la combustión de sus derivados produce productos residuales:
partículas, CO2, SOx (óxidos de azufre), NOx
(óxidos nitrosos), etc. La
contaminación por petróleo se produce por su liberación accidental o
intencionada en el ambiente, provocando efectos adversos sobre el hombre
o sobre el medio, directa o indirectamente.
La contaminación involucra todas las operaciones
relacionadas con la explotación y transporte de hidrocarburos, que conducen
inevitablemente al deterioro gradual del ambiente. Afecta en forma directa al
suelo, agua, aire, y a la fauna y la
flora. Nuestra fuente de ingresos son las playas turísticas, por lo que el
daño a nuestras playas, por los derrames de petróleo y los desechos, produce una
alteración del sustrato original en que se implantan las especies vegetales
dejando suelos inutilizables durante años. Debemos tener muy en cuenta los efectos sobre el agua, en las
aguas superficiales el vertido de petróleo u otros desechos producen
disminución del contenido de oxígeno, aporte de sólidos y de sustancias
orgánicas e inorgánicas. En el caso de las aguas subterráneas, el mayor
deterioro se manifiesta en un aumento de la salinidad, por contaminación de las
capas con el agua de producción de petróleo de alto contenido salino, Canarias
tienen múltiples pozos, por lo general, conjuntamente con el petróleo producido
se encuentra gas natural. La captación del gas está determinada por la relación
gas/petróleo, si este valor es alto, el gas es captado y si es bajo, o quemado
por medio de antorchas. El gas natural está formado por hidrocarburos livianos
y puede contener dióxido de carbono, monóxido de carbono y ácido sulfhídrico.
Si el gas producido contiene estos gases, se quema. Si el gas producido
es dióxido de carbono, sale al aire.
Efectos sobre la flora y la fauna: la fijación de las pasturas depende de la presencia
de arbustos y matorrales, que son los más afectados por la contaminación con
hidrocarburos. A su vez estos matorrales proveen refugio y alimento a la fauna
adaptada a ese ambiente. Dentro de la fauna, las aves son las más afectadas,
por contacto directo con los cuerpos de agua o vegetación contaminada, o por
envenenamiento por ingestión. El efecto sobre las aves puede ser letal. Si la
zona de explotación es costera o mar adentro, como es el caso de Canarias el
derrame de hidrocarburos produce daños irreversibles sobre la fauna marina.
Casi la mitad del petróleo y derivados industriales que se vierten en el mar,
son residuos que vuelcan las ciudades costeras. El mar es empleado como un
accesible y barato depósito de sustancias contaminantes. Otros derrames se
deben a accidentes que sufren los grandes barcos contenedores de petróleo, que
por negligencia transportan el combustible en condiciones inadecuadas. De
cualquier manera, los derrames de petróleo representan una de las mayores
causas de la contaminación oceánica. En general, los derrames de hidrocarburos
afectan profundamente a la fauna y vida del lugar, razón por la cual la
industria petrolera mundial debe cumplir normas y procedimientos estrictos en
materia de protección ambiental. Por todo ello, los canarios debemos decir un No
a la extracción del petróleo en nuestros mares.
*Yanira Álvarez es portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Agüimes