Paulino Rivero gana enteros
para volver a ser el candidato de Coalición Canaria (CC) a la Presidencia del
Gobierno de Canarias en las elecciones autonómicas del próximo año. Todavía por
detrás de su rival, el Alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, sus más fieles
defensores aseguran que cuentan ya con los apoyos suficientes para constituir
una minoría de bloqueo, lo que obligaría a negociar a las partes. Los
nacionalistas de varios municipios grancanarios están desmarcándose de la línea
marcada por el secretario general de CC en la Isla, Fernando Bañolas.
Un hombre, un voto. Esa es la
línea argumental que explora Rivero de cara a la suma de apoyos antes de la
celebración del Consejo Político Nacional de septiembre que debe concluir con
la designación del cabeza de cartel para los comicios regionales de 2015.
Siguiendo por ese camino, el Presidente del Gobierno de Canarias entiende que
cuestiones muy distintas son las posturas de los siete secretarios insulares (todos apoyan a Clavijo) y otra la que adopte cada uno de los 90 integrantes
del máximo órgano de CC entre congresos a la hora de emitir el voto.
Ejemplo claro de ello lo
constituye Gran Canaria, donde ya hay voces que discrepan de la postura
defendida por su secretario insular, Fernando Bañolas. Ha ocurrido al menos en
Las Palmas de Gran Canaria, Guía, Telde, Santa Lucía de Tirajana y Agüimes.
Los discrepantes de la
corriente que actualmente parece mayoritaria, la que sustenta a Clavijo,
expresan sus dudas siempre en los mismos términos. Estiman que si el alcalde
lagunero representa una renovación y el candidatable expresa su intención de
variar también el modo de hacer las cosas, ha llegado el momento de que dichos
aires de cambio lleguen también al seno de la organización nacionalista en Gran
Canaria.
Los grandes damnificados de los comentarios críticos son el propio
Bañolas y la diputada regional María del Mar Julios, entre otros.
La duda
estriba en si esta corriente de opinión prefiere realmente que Paulino Rivero
intente ser por tercera ocasión consecutiva presidente del Ejecutivo canario (sería el primero en lograrlo en la historia de la autonomía canaria), o lo que
buscan es ajustar cuentas con el actual poder de CC establecido en la isla.
Ya sea de uno u otro modo, lo
cierto es que el jefe del Ejecutivo canario también suma apoyos por ese flanco
abierto y varios de sus más próximos colaboradores aseguran que cuenta ya con
el de 36 integrantes del Consejo Político Nacional, cifra que constituye la
minoría de bloqueo.
Para ser designado candidato
por la formación nacionalista es necesario contar con los votos favorables de
las tres quintas partes de los 90 integrantes del máximo órgano entre
congresos. Es decir, 54 papeletas deben contener el nombre de uno de ellos.
Si no sucede así, habrá de
establecerse una negociación en la que se ofrezca garantías a los perdedores.
De ese modo, los más leales a Paulino Rivero podrían encontrar una senda que
conduzca a su continuidad en algún nivel del próximo Ejecutivo.
Tanto Rivero como Clavijo, por
separado, aceleran en estos días sus encuentros con militantes para intentar
convencer al mayor número posible de ellos de sus aptitudes y acaparar el
protagonismo de los carteles electorales. Apurarán sus opciones antes de que
asome un agosto que estiman inhábil.