28 de julio de 2014

Paulino Rivero gana terreno en la pelea por volver a ser candidato de CC y los nacionalistas de Agüimes discrepan de la postura de Bañolas

Lunes, 28 de julio.

Fernando Bañolas y Yanira Álvarez, en un
acto celebrado en la sede de CC en Agüimes
La Provincia
Paulino Rivero gana enteros para volver a ser el candidato de Coalición Canaria (CC) a la Presidencia del Gobierno de Canarias en las elecciones autonómicas del próximo año. Todavía por detrás de su rival, el Alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, sus más fieles defensores aseguran que cuentan ya con los apoyos suficientes para constituir una minoría de bloqueo, lo que obligaría a negociar a las partes. Los nacionalistas de varios municipios grancanarios están desmarcándose de la línea marcada por el secretario general de CC en la Isla, Fernando Bañolas.
Un hombre, un voto. Esa es la línea argumental que explora Rivero de cara a la suma de apoyos antes de la celebración del Consejo Político Nacional de septiembre que debe concluir con la designación del cabeza de cartel para los comicios regionales de 2015. Siguiendo por ese camino, el Presidente del Gobierno de Canarias entiende que cuestiones muy distintas son las posturas de los siete secretarios insulares (todos apoyan a Clavijo) y otra la que adopte cada uno de los 90 integrantes del máximo órgano de CC entre congresos a la hora de emitir el voto.
Ejemplo claro de ello lo constituye Gran Canaria, donde ya hay voces que discrepan de la postura defendida por su secretario insular, Fernando Bañolas. Ha ocurrido al menos en Las Palmas de Gran Canaria, Guía, Telde, Santa Lucía de Tirajana y Agüimes.
Los discrepantes de la corriente que actualmente parece mayoritaria, la que sustenta a Clavijo, expresan sus dudas siempre en los mismos términos. Estiman que si el alcalde lagunero representa una renovación y el candidatable expresa su intención de variar también el modo de hacer las cosas, ha llegado el momento de que dichos aires de cambio lleguen también al seno de la organización nacionalista en Gran Canaria.
Los grandes damnificados de los comentarios críticos son el propio Bañolas y la diputada regional María del Mar Julios, entre otros.
 La duda estriba en si esta corriente de opinión prefiere realmente que Paulino Rivero intente ser por tercera ocasión consecutiva presidente del Ejecutivo canario (sería el primero en lograrlo en la historia de la autonomía canaria), o lo que buscan es ajustar cuentas con el actual poder de CC establecido en la isla.
Ya sea de uno u otro modo, lo cierto es que el jefe del Ejecutivo canario también suma apoyos por ese flanco abierto y varios de sus más próximos colaboradores aseguran que cuenta ya con el de 36 integrantes del Consejo Político Nacional, cifra que constituye la minoría de bloqueo.
Para ser designado candidato por la formación nacionalista es necesario contar con los votos favorables de las tres quintas partes de los 90 integrantes del máximo órgano entre congresos. Es decir, 54 papeletas deben contener el nombre de uno de ellos.
Si no sucede así, habrá de establecerse una negociación en la que se ofrezca garantías a los perdedores. De ese modo, los más leales a Paulino Rivero podrían encontrar una senda que conduzca a su continuidad en algún nivel del próximo Ejecutivo.
Tanto Rivero como Clavijo, por separado, aceleran en estos días sus encuentros con militantes para intentar convencer al mayor número posible de ellos de sus aptitudes y acaparar el protagonismo de los carteles electorales. Apurarán sus opciones antes de que asome un agosto que estiman inhábil.