Portada del libro "Tiempos difíciles. Apuntes para repensar la democracia" de Antonio Morales |
En 1991, Antonio Morales escribió su primer artículo en un medio de comunicación y, de manera espontánea, fue desgranando otros textos. Desde hace algunos años escribe todas las semanas en los medios de comunicación escritos y digitales sobre temas de actualidad, algo que el Alcalde de Agüimes siente ya como una obligación.
Desde una representación institucional, que le otorga cierta relevancia pública, Antonio Morales se siente responsable, en estos tiempos convulsos y sombríos, de propiciar debates y de generar información sobre distintos asuntos de trascendencia social, política y económica.
La energía, el clima, la economía, la política y la democracia son algunos de los temas a los que recurre para compartir sus inquietudes con la ciudadanía. Este libro, el tercero tras "Reflexiones compartidas" y "Nos faltan luces", reúne una selección de artículos que hablan de los déficit de la Democracia, de los tiempos difíciles que vive esta Democracia que tanto constó conseguir después de décadas de dictadura.
Pero no se queda en eso y propone alternativas y anima a la necesidad de repensar en ella; y a la exigencia de reinventarla; y hace una llamada a que no permanezcamos impasibles, porque nos jugamos mucho en ello.
"Tiempos difíciles. Apuntes para repensar la Democracia" está prologado por Julio Anguite, que señala que "el libro de Antonio Morales es sobreabundante en cuanto al primer apartado. La necesidad de introducir el parámetro medioambiental como integrante de primer orden en una respuesta de liberación humana es la base de bastantes artículos del libro. Toda una visión revolucionaria alternativa que la izquierda oficial debería pensar con urgencia para después actuar en consecuencia.
La
creación de redes alternativas no es otra cosa que lo apuntado, quizás todavía
con titubeos e indefiniciones, por el 15M, el Frente Cívico, Podemos y amplios
sectores de una izquierda oficial que ha roto con la otrora dulce jaula de la
Transición. Antonio, con su crítica a la 'cuevita de la izquierda', señala por
donde debe transcurrir el camino.
Llamo discurso profético a aquél análisis que
a modo de advertencia se dirige al pueblo para recabar de él la respuesta a
unas situaciones que se escapan de los moldes clásicos. El discurso profético
es rechazado por el poder en la medida en que él fundamenta su dominación
política y su hegemonía ideológica en los valores, prácticas e imaginarios
colectivos que ha conseguido imbuir en la mentalidad colectiva. En ese sentido
es proverbial el diálogo entre Trasímaco y Sócrates en el primer libro de La
República de Platón. Trasímaco señala a Sócrates como el poder hace creer que
las leyes en las que asienta su dominio son buenas para el conjunto de la
ciudadanía.
Antonio usa entonces el discurso profético cuando en muchos
artículos denuncia la pasividad, el gregarismo, la apatía y la inhibición de
una parte importante de la ciudadanía. Es un discurso que no gusta, que no causa
adhesiones multitudinarias de inmediato pero que, cual fuente serena y continua
de agua, se convierte en un río caudaloso. Es una opción política que por
respeto democrático a la población habla con ella sin ambages y en consecuencia
le otorga el protagonismo que tiene. De de eso habló mucho Pericles.
El autor
ama la docencia; una profesión que conlleva una relación permanente con seres
humanos. Pero también se dedica desde hace bastante tiempo al desempeño de una
función, de un servicio público que igualmente conlleva relación con seres
humanos. Por su formación debe usar el método, la paciencia y la técnica
capaces de arrastrar, deleitando, a sus alumnos. Por su dedicación política
debe conseguir lo mismo con el ejercicio del ejemplo como pieza oratoria
fundamental, y junto a ello, con la sabiduría de quitar los misterios, los
rituales y el léxico que para los políticos oficiales constituyen el escudo con
que esconden su desprecio por el ciudadano.
Como hombre de izquierdas que es
consciente del papel fundamental que el conocimiento, la cultura y la
curiosidad tienen para organizar el cambio social, saludo esta aportación de
Antonio Morales a la causa común".