22 de febrero de 2015

Piden 14 años a dos acusados de violar a una menor de edad en Arinaga

Domingo, 22 de febrero.

Interior de la Batería de Arinaga, donde ocurrieron los hechos
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas tiene previsto celebrar este miércoles la vista oral del juicio que se sigue contra dos jóvenes del sur de Gran Canaria acusados de violar a una menor en el interior de la batería militar abandonada en la Montaña de Arinaga.
El Ministerio Fiscal acusa a Francisco Miguel Q.H. y a Shariff S.O. de sendos delitos de agresión sexual y pide para cada uno de ellos 14 de cárcel, mientras que la defensa afirma que el relato del Ministerio Público no se ajusta a lo ocurrido e interesa la libre absolución de sus clientes, que se encuentran en libertad provisional tras pasar diez meses en prisión preventiva.
Según el relato del fiscal, la menor había quedado con Francisco Miguel Q.H. "a través del WhatsApp" en la tarde del 9 de agosto de 2013 por la zona de la Playa de Arinaga, pero en lugar de presentarse solo, el joven acudió "sin previo aviso" acompañado de Shariff S.O. y de otros dos jóvenes, "que abandonaron el lugar poco después".
Los dos procesados, conocedores de que la joven era menor de edad, "se introdujeron en las cuevas ubicadas en la zona conocida como Playa de El Cabrón", expone la acusación pública.
Agrega que en un momento dado, cuando la chica se disponía a salir del túnel, Shariff S.O. "la agarró del brazo y se puso por detrás de ella pegado a la pared", mientras Francisco Q.H. "la levantaba por delante y le agarraba por los codos con fuerza".
Siempre según la acusación pública, Shariff desnudó a la joven de cintura para abajo y Francisco la penetró, para robarle después el móvil. A continuación, el otro procesado empujó a la víctima contra la pared y también la violó.
Un amigo de los acusados (de los dos que se habían marchado tras acudir a la cita) vendió el móvil de la joven en Cash Converters esa misma tarde.
El informe de la acusación pública detalla que la presunta víctima denunció lo sucedido ante la Guardia Civil de Agüimes el mismo día que supuestamente ocurrieron los hechos. La violación habría sido consumada sobre las 16.00 horas, y la joven se personó en el cuartel de la Benemértia a las 19.00 horas.
El Ministerio Público señala, asimismo, que el acusado Shariff S.O. había sido ejecutoriamente condenado por sentencia firme de fecha 7 de marzo de 2013 a 44 días de trabajo en beneficio de la comunidad por un delito de robo con fuerza de uso de vehículo a motor, mientras que Francisco Miguel Q.H. fue condenado el 21 de agosto de 2010 a la pena de 2.880 euros por multa como autor de un delito de conducción de permiso.
Además de la petición de prisión, la representación del Ministerio Público interesa que se imponga a cada uno de los procesados libertad vigilada por 12 años desde que salgan de la cárcel, de acuerdo con la reforma del Código Penal de 22 de junio de 2010, "salvo que el Tribunal, conforme a dicho precepto, estime no imponerla en atención a la menor peligrosidad del autor".
De forma paralela, el informe del fiscal pide que los dos acusados sean condenados a indemnizar conjunta y solidariamente a la presunta víctima con un total de 12.000 euros.
Igualmente, indica que el lugar donde supuestamente se consumó la doble violación tiene un "acceso restringido por vía terrestre, ya que es un monumento natural, y las vías de comunicación son muy deficientes".
Especifica que "alberga unas antiguas instalaciones militares conformadas por varios túneles y búnkeres para albergar baterías de costa, y la entrada de uno de los túneles está demolida para poder acceder al mismo y, una vez dentro, tras caminar 50 metros, se observa una intersección con otro túnel más y diversas estancias en desuso". Expone el informe que "dicho lugar fue el aprovechado por los procesados para lograr su propósito, al ser un lugar despoblado".
Según el fiscal, a consecuencia de los sucedido a la menor (hoy ya adulta), está en tratamiento psicológico desde el 31 de octubre de 2013. Presenta un trastorno de estrés postraumático de curso crónico en forma de reexperimentación, evitación y aumento en su nivel de funcionamiento global, así como en varias áreas de adaptación: escolar, social y, específicamente, en las relaciones de pareja, emocionales y familiares, según los informes periciales elaborados por los peritos psicológicos del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas.