La joven acusada, Arantxa Amoedo, en una imagen de archivo, intentó triunfar como modelo (Foto: Faro de Vigo) |
Los abogados José María Palomino y Daniel Montesdeoca han propuesto una pena de cinco años de cárcel y otros tantos de inhabilitación para la viguesa Arantxa Amoedo, que mató hace casi dos años a su pareja, el barcelonés Jordi Burón, por considerarlo un acto en legítima defensa tras ser forzada a realizar una relación sexual, cuando sufría anomalías psíquicas.
Hace unos meses, la fiscalía y la acusación personal habían solicitado al Juzgado 19 años de cárcel al tipificar la muerte de Jordi Burón, tras recibir una puñalada en el corazón, como un asesinato, pese a que en un primer momento se calificó como homicidio.
En el escrito presentado por la procuradora Patricia Suárez de Tangil al Juzgado de Instrucción nº 2 de Telde, los abogados alegan que la joven, de 24 años, confesó los hechos desde un primer momento a su hermana Alba y a la autoridad policial y judicial. Se constata que, según informes periciales, la acusada sufría diversas patologías psíquicas: un trastorno límite de personalidad y un trastorno de ansiedad generalizado, que le provocaba inestabilidad emocional y el comportamiento desajustado.
También los peritos apuntan que "en el momento de los hechos, Arantxa Amoedo padecía una alteración notable en su estado psicológico, que sin anular totalmente sus facultades cognoscitivas y de voluntad, sí limitaban significativamente su comprensión de la realidad, y sobre todo su capacidad volitiva: el control sobre sus impulsos y la aptitud para hacer frente de modo competente a los conflictos que experimentaba".
Asimismo, en el escrito se recoge que "la relación que la acusada tuvo con Jorge Burón era claramente destructiva, ya que el fallecido poseía a su vez una personalidad notoriamente inmadura y patológica que exacerbaba de modo considerable la patología de la imputada". La defensa insiste en que la víctima insistía en mantener relaciones sexuales, pese al rechazo de la acusada.
Por todo ello, la defensa de Arantxa Amoedo señala que en el hecho de la muerte del empresario catalán se debe tener en cuenta la eximente incompleta de anomalía psíquica, que les llevaba a tener una relación tortuosa con diversas rupturas y vueltas; la eximente incompleta de legítima defensa de su derecho a la integridad y libertad sexual, ya que Burón forzaba una relación que la acusada rechazaba; y la atenuante de confesión, al reconocer los hechos en un primer momento y colaborar con la Guardia Civil a esclarecer el crimen.
Basándose en tales eximentes y atenuante, los abogados de la defensa consideran que procede imponerle a la acusada la pena de cinco años de prisión, accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y costas.
Por su parte, el abogado de la víctima, José María López Arias, planteó en su escrito que en el juicio contra Arantxa Amoedo, en prisión provisional en el Centro Penitenciario Las Palmas II, se va a plantear acusar a la viguesa un delito de asesinato, condenado con entre 15 y 20 años de prisión y 190.000 euros de indemnización, ya que la víctima "no tuvo capacidad alguna para defenderse".
Jordi Burón, tal y como se recordará, falleció en su dormitorio, pero su cuerpo fue encontrado en el garaje de su chalé. Fiscal y acusación particular sostienen que otra joven, Tania D.S., ayudó a su amiga Arantxa Amoedo a trasladar su cuerpo, por lo que compartirá banquillo al ser acusada de encubrimiento. La acusación propone un año de cárcel, aunque todo apunta que no participó en la muerte del empresario catalán.
Las acusaciones creen que, de acuerdo con los informes forenses, Arantxa convivió casi 20 días con el cadáver de su pareja en su casa. La fecha de la muerte se ha fijado entre los días 22 y 23 de junio y el cuerpo fue encontrado el 13 de julio de 2013 tras una llamada a la Guardia Civil.