Para vender ropa hay que saber vestir. Esta es una de las premisas del chef Nelson Pérez, alma matter del restaurante marisquería de alta cocina de Arinaga desde hace 20 años con un éxito sin precedentes culinarios en esta localidad costera de Agüimes. Con la mejor panorámica, Nelson figura en las mejores guías gastronómicas y guarda un preciado palmarés de premios. Vaclav Havel, Norma Duval o Boris Izaguirre han comido ahí.
El protagonista en Nelson es el producto. Así de contundente responde el chef a la pregunta de cuál es el éxito de un restaurante de cocina marinera al que hace unos años era complicado llegar y sin embargo, muchos se arriesgaban solo por el placer de degustar el salpicón de vieja, carpacho de jurel, tallarines con calamares al pesto, los postres caseros como helado de requesón y guarapo, yogur de leche de cabra ecológico o los sorbetes de mango y maracuyá.
El Restaurante Nelson figura en las mejores guías gastronómicas desde 1993, como Gourmetour, Campsa-Repsol y Michelín desde 1997. Entre otros reconocimientos, Nelson Pérez, que se crió desde los 7 años entre cocinas por su padre, y reconoce que disfruta comiendo, fue campeón de Canarias de sumillieres en 2002, participó en el nacional en 2003, y en 2004, en el concurso de puros, catas en las que también es todo un especialista. Sumiller desde 1998, también tiene un master en Sistemas de Gestión de Calidad e Inocuidad Alimentaria y "siempre estoy en continua formación", dice el chef, cuya próximo objetivo es dotar a la cocina de un abatidor de temperatura.
"La clave es que uso todos los productos de la tierra, tanto del Sureste como de otras partes de las islas. El aceite, de Temisas, vinos canarios, aceitunas de la finca de mi padre en Rosiana, miel palmera, gofio del molino de Rojas en Gáldar, la sal, de salinas del Carmen de Fuerteventura y un largo etcétera". Mientras enumera, recuerda una anécdota con la Ministra de Agricultura Loyola de Palacio. "El día de su visita, en noviembre de 1997, fue cuando eliminé definitivamente de la mesa la mantequilla y la sustituí por aceite de oliva virgen".
Nelson, muy reservado con su clientela, no le gusta hablar mucho de sus ilustres visitantes, cuyos nombres, firmas y alguna que otra foto, guarda celosamente en el libro de visitas. Aún así, decidió mostrar algunas de la dedicatorias entre las que figuran la del presidente checoslovaco ya fallecido Václav Havel, Norma Duval, el pintor norteamericano Robert Murray, el director de orquesta Lori Maazel, los pasteleros Torreblanca y Michelle Willaume, Boris Izaguirre o varias ministras. Destaca que a pesar de no estar en la capital, "los clientes se desplazan si quieren comer bien". El ambiente agradable, las preciosas y relajantes vistas a la playa y Muelle de Arinaga también hacen de este local el ideal para sala de exposiciones, que organiza desde hace años. En total, el local tiene 250 metros cuadrados entre el restaurante en la planta alta y la terraza, con plazas para 88 personas, además de un reservado para 8.