24 de noviembre de 2015

Opinión: Cien por cien renovable

Martes, 24 de noviembre.

Antonio Morales*
El pasado jueves, día 12 de noviembre, Greenpeace presentó en el Cabildo de Gran Canaria el informe “(R)evolución Energética para las Islas Canarias”. Se trata de un riguroso estudio que señala que este archipiélago puede abastecerse exclusivamente de energías renovables. Para la organización ecologista, los dos objetivos básicos de la propuesta radican en eliminar la dependencia del petróleo e impedir la introducción del gas y en reducir prácticamente a cero las emisiones, imprescindible para poder combatir con éxito el cambio climático. Según su análisis, en estos momentos los combustibles fósiles suministran más del 80% de la energía a nivel mundial, pero en el caso de nuestra tierra la dependencia es aún mayor ya que el petróleo proporciona más del 98% de la demanda y domina por completo los sectores de transporte, energía y calor. Y, claro, afirma que esta dependencia se contrapone con la abundancia de recursos en energías renovables, un clima benigno y una extensión del territorio adecuada para introducir rápidamente la movilidad eléctrica y otras alternativas sostenibles.
La ONG del arco iris afirma con rotundidad que es viable tecnológica y económicamente evitar el gas como sustituto del petróleo “en una supuesta transición que podría tener como consecuencia perpetuar la dependencia de los combustibles fósiles con costosas inversiones e infraestructuras que no necesitan las Islas Canarias”. Y plantea que las políticas de eficiencia y los recursos renovables disponibles, abundantes en todas las islas, permiten descartar claramente la introducción del gas a corto, medio y largo plazo. Su exclusión del sistema energético canario supondrá un importante ahorro una vez desaparecida  la factura de los combustibles fósiles.
En la  investigación que trasladaron a la sociedad canaria afirman que el sistema energético canario tiene un alto potencial de cambio y que nos podríamos ahorrar, de aquí a mitad de siglo, 42.000 millones de euros en la factura energética con una inversión que solo superaría en 257 millones anuales la tendencia actual. Un ahorro, por tanto, de más del doble de la inversión necesaria en todo el periodo. Frente al  escenario acomodado de las políticas convencionales que nos anuncian cada cierto tiempo que llegaremos a no sé cuanto porcentaje de renovables, sin que nunca hayamos traspasado la frontera del 6%, Greenpeace apunta que la alternativa debe pasar por la reducción de la demanda en un 37% respecto al consumo actual mediante la aplicación de políticas de eficiencia; la penetración de las renovables sustituyendo las fósiles; la sustitución de las centrales térmicas de petróleo por renovables sin necesidad de acudir a las centrales térmicas de gas; la reducción de 9 céntimos de euros/kWh de los costes de generación respecto a los del escenario convencional; una inversión de 20.000 millones que permitiría un ahorro de 42.000 millones; una mayor inversión en las conexiones eléctricas entre las islas; una rápida penetración del coche eléctrico y una reducción de las emisiones desde los 14 millones de tCO2 a 0,02 millones de tCO2, excluyendo el transporte extrainsular.
Para esta organización ecologista, el modelo energético que adoptamos como sociedad y el cambio climático están intrínsecamente ligados. Y sostiene que el 97% de la comunidad científica señala como responsable del cambio climático a la acción humana. El principal gas de efecto invernadero es el dióxido de carbono (CO2), producido por el uso de combustibles fósiles para la obtención de energía. Tenemos entonces que “erradicar las fuentes de energía más contaminantes y peligrosas, así como acabar con el derroche de energía”.
En realidad lo que plantea Greenpeace es lo que vengo defendiendo desde hace años en Canarias. Es lo que viene diciendo la Plataforma Por Un Nuevo Modelo Energético. Es lo que se viene planteando en distintos foros científicos y universitarios. Es lo que respalda un sector cada vez más amplio de la ciudadanía concienciada. Y existen más razones para sostener la tesis de que el gas no es necesario  y de que debemos avanzar hacia un modelo energéticamente limpio. No cita, por ejemplo, el informe, la central de Chira-Soria y las posibilidades que estudia el Cabildo de plantear nuevas hidroeléctricas para la Isla.
No puede estar más claro. El Niño está afectando especialmente a Europa y a Canarias; cada año se reproducen fenómenos meteorológicos tropicales adversos; según el proyecto Climatique del ITC, los alisios se están desviando hacia el este y eso puede originar serias consecuencias en nuestro clima; nuestras aguas se calientan y aparecen la ciguatera y peces tropicales; el nivel de mar aumenta especialmente en nuestras islas debido al cambio climático, como ya habían anunciado distintas universidades y como ha ratificado recientemente la revista científica Proceedings, de la Academia de las Ciencias de Estados Unidos, que afirma que el Puerto de La Luz o Maspalomas podrían quedar cubiertos por el mar a finales de siglo. Tenemos que actuar sin demora. Tenemos que cuestionar el sistema actual monopolístico, ineficiente e insostenible; tenemos que romper nuestra dependencia con el exterior que hace, además, que producir energía en Canarias cueste cada año 1.300 millones de euros más que en la península; tenemos que romper las ataduras con un oligopolio político-energético que hace que soportemos un déficit tarifario brutal; tenemos que sustituir unas energías sucias y caducas por unas limpias e inagotables. No existe otra fórmula.
Por eso defendemos un modelo 100% renovable; un sistema descentralizado, distribuido y eficiente; una propuesta democrática que pase por el autoconsumo y por la participación de la ciudadanía y las instituciones públicas en el accionariado de sociedades de generación de energía renovable; una alternativa industrial ligada a la investigación, la fabricación de componentes, el mantenimiento; un modelo ecosocial de desarrollo comunitario y económico para la Isla…
Con esos objetivos el Cabildo ha puesto en marcha ya la creación del Consejo Insular de la Energía, que elaborará propuestas de planes y programas de política y gestión energética insulares y municipales; para la coordinación y asesoramiento técnico y estratégico de todas las actuaciones y proyectos de sostenibilidad energética en el seno de las diferentes áreas de la Corporación insular; para la redacción y desarrollo de programas de asesoramiento y auditoría energéticos que determinen actuaciones de ahorro y mejora de la eficiencia energética; para la ejecución de programas de racionalización del uso de la energía y aprovechamiento de los recursos energéticos renovables; para la participación y colaboración con otras organizaciones públicas y privadas en programas de investigación aplicada de tecnologías energéticas y de evaluación de los recursos energéticos autóctonos; para la promoción y ejecución de proyectos en materia de energías renovables; para el impulso a la participación de empresas e instituciones de Gran Canaria en programas energéticos estatales e internacionales; para la promoción y ejecución de sistemas de transporte energéticamente eficientes; para el aumento de la eficacia y ahorro energético en la utilización de aguas para riego y abastecimiento de poblaciones así como en el manejo y producción de residuos; para la elaboración de programas de formación y reciclaje profesional en tecnologías energéticas, incluidas las relacionadas con el ahorro; para la realización de campañas y actuaciones específicas de concienciación de la ciudadanía en un uso más eficiente de su demanda energética; para la creación de consorcios públicos para la generación de energía…
Para eso el Cabildo va a diseñar un Plan Insular de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático 2016-2050 que coordine políticas en la isla y en los municipios para aminorar los efectos del calentamiento global desde la implicación colectiva y va, finalmente, a poner en marcha una Comisión Insular de Acción Contra el Cambio Climático que efectúe un control y seguimiento de las propuestas a realizar y que tendrá, necesariamente, que incidir en las nuevas formas de producir y consumir, en las renovables, la gestión del agua, la agricultura de cercanía, el transporte sostenible, el tratamiento limpio de los residuos, el turismo verde… Es nuestra manera de comprometernos.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomorales-blog.com)