La acusada, Arantxa Amoedo, en una imagen del book con el que aspiraba a convertirse en modelo |
Redacción
Arantxa Amoedo, la joven
viguesa de 26 años que aspiraba a ser modelo, será juzgada por el asesinato de
su novio, con cuyo cuerpo convivió veinte días, a partir del próximo lunes en la Audiencia Provincial de Las Palmas por un tribunal del jurado. La joven compartirá
el banquillo de los acusados con Tania D.S., que era su amante y está acusada
de encubrimiento.
La Fiscalía y la acusación
particular que ejercita la familia del empresario catalán Jordi Burón, que
tenía 43 años cuando recibió una cuchillada en el corazón en el chalé que
compartía con su pareja en la Playa de Arinaga, la acusan de
un delito de asesinato y sostienen que el hombre dormía cuando fue apuñalado,
por lo que solicitan 19 años de prisión y una indemnización de 190.000 euros a los familiares de la víctima.
Los abogados defensores de la
viguesa, por su parte, admiten un homicidio con atenuantes, pues aducen que la joven, con
problemas psíquicos y que en aquel momento no tomaba medicación, actuó en
defensa propia cuando iba a ser violada. Esgrimen que no quería matar a Jordi
Burón, confesó y ayudó a la Guardia Civil a esclarecer el crimen. Por estos
motivos pide que la condena se reduzca a 5 años de cárcel. Las acusaciones
solicitan, además, un año de prisión para Tania D.S., mientras que su defensa reclama la libre
absolución.
"Te juro que solo me
defendí". Este mensaje enviado por Arantxa Amoedo a su hermana es una de las
pruebas que aportará la defensa en favor de la acusada. Admite que cometió el
homicidio, pero también que actuó en defensa propia.
Los hechos tuvieron lugar en el
verano de 2013 y la versión de lo ocurrido en el chalé de Arinaga difieren
mucho según el relato de las acusaciones y les defensas, si bien todos
coinciden en que la relación entre el empresario y la joven fue
tormentosa desde su inicio, y que entre la pasión y los celos derivó en el
crimen. Arantxa Amoedo era bisexual y tenía relaciones con otras mujeres. Su
novio, a quien le gustaba el sexo duro y organizaba tríos, transigía porque
estaba enamorado.
También el posible móvil
difiere, pues los problemas económicos están detrás del crimen para las
acusaciones. Sostienen que Arantxa Amoedo "no ocultaba sus ansias de vivir
cómodamente y manifestaba a sus conocidos que tenía altos ingresos y que trabajaba
como productora musical". En febrero de 2013, la pareja viajó a California
para comercializar una patente, pero apenas ingresaron dinero. Como su novio ya
no la satisfacía ni sexual ni económicamente, el fiscal sostiene que la joven
decidió deshacerse de él matándolo. "Aprovechó que dormía para clavarle un
cuchillo en la víscera cardíaca y le produjo un fallo cardíaco agudo. Luego, envolvió el cuerpo con plásticos y un edredón y lo escondió en el cuarto de aseo del garaje del chalé en el que vivían, donde fue encontrado por la Guardia Civil.", indica.
La defensa expone que Arantxa Amoedo y
Jordi Burón se conocieron en 2012 en la red de
contactos Badoo e iniciaron una relación en Barcelona, donde el ahora fallecido se hacía cargo de todos los gastos comunes gracias a una pensión por invalidez que había conseguido "simulando padecer una enfermedad mental" y al dinero que le proporcionaba una novia anterior.
Esta mujer, de origen ruso, facilitó a Jordi Burón un coche de alta gama, la copropiedad de cuatro pisos en Barcelona y una cuenta corriente con ingresos que le permitían llevar un alto nivel de vida. Sin embargo, esta vía de financiación se cortó cuando la mujer se enteró que Jordi Burón había iniciado otra relación con Arantxa Amoedo.
A pesar de las dificultades, la convivencia se mantuvo hasta que se volvió insostenible
muy pronto "por las singulares personalidades de ambos" y por sus
tendencias sexuales. Así, explican que mientras ella era bisexual, su novio
destacaba por su apetencia "a mantener actos sexuales dolorosos que ella
rechazaba" y a otras perversiones como "atarla y grabarla mientras
tenía contactos sexuales con otras personas".