El cuchillo con el que Arantxa Amoedo presuntamente apuñaló a su pareja sentimental, Jordi Burón, en el chalé de Arinaga (Foto: A. Suárez) |
La vista oral del juicio contra Arantxa Amoedo por el presunto asesinato de su novio, Jordi Burón, según informa Canarias7 en su edición digital, se suspendió a primera hora de la tarde de ayer, en su tercera jornada, por el agotamiento psíquico de A. Amoedo, hermana de la acusada, tras más de tres horas de un minucioso, concienzudo e intenso interrogatorio del Ministerio Fiscal.
A. Amoedo ha sostenido durante la sesión que su hermana solo "se defendió como pudo" al apuñalar a su pareja tras despertarse durante la noche con él encima tratando de forzarla, según le relató al confesarle lo ocurrido.
De hecho, la acusada "tenía un carácter bastante cariñoso y nunca ha tenido problemas de ser agresiva con nadie, sino todo lo contrario", aseguró A. Amoedo durante su declaración, que apuntó como responsable de lo ocurrido a Jordi Burón.
Sobre el novio de su hermana, la testigo ha dicho que "se veía que era una persona que tampoco tenía un oficio claro", que se dedicaba a "negocios turbos" que le llevaron incluso a grabar a la enjuiciada practicando sexo con una amiga sin su consentimiento con el propósito de extorsionar a los padres de la segunda con ese vídeo.
Esto derivó en una pelea en la que Jordi Burón golpeó a la amiga de su pareja, que "acabó en el hospital" por las heridas que sufrió, afirmó A. Amoedo, que ha cuestionado también los gustos sexuales del fallecido que, según ha expuesto que le contó su hermana, fueron derivando progresivamente en prácticas de sadismo en las que ataba a la chica y le introducía objetos contra su voluntad. "Me dijo que era un juego, que era divertido, pero que luego la ataba y después no la soltaba y ella sufría", ya que "fue derivando en relaciones sexuales más agresivas", relató al respecto.
La hermana de la acusada ha considerado que la personalidad y el proceder de la víctima determinaron que su hermana, que, según ha destacado, ha tenido "desde muy pequeña" problemas de estabilidad emocional debido a que padece "una importante enfermedad mental" para la que en la época de los hechos "necesitaba tomar tres medicamentos distintos", se sumiera en "un caso mucho más grande de lo habitual".
Por todo ello, y porque Jordi Burón, según confesó Arantxa Amoedo, resultó ser un individuo "que tenía antecedentes penales", entre otras cosas por "una chica a la que había intentado agredir", la testigo ha dado a entender que el desencadenante de lo ocurrido fue el propio comportamiento del fallecido, puesto que su influencia perjudicó a su hermana, que, por sus problemas mentales, "nunca ha sido capaz de llevar una vida ordenada" si no es supervisada por alguien que le ayude a hacerlo, argumentó.
El juicio contra Arantxa Amoedo proseguirá hoy ante la Sección Primera de la Audiencia de Las Palmas, aunque por la saturación de datos para el jurado se prevé que no finalice esta semana como inicialmente estaba previsto.