Arantxa Amoedo, en una de las sesiones del juicio |
Redacción
El jurado popular constituido ante la Audiencia de Las Palmas declaró anoche culpable de asesinato a Arantxa Amoedo, la autora confesa del crimen cometido en
Arinaga en 2013, al considerar probado que apuñaló a su pareja
de forma alevosa, no en defensa propia ni con el juicio afectado por transtorno
mental alguno.
El veredicto del tribunal que ha
juzgado los hechos establece como acreditado que
la procesada, de 26 años, decidió acabar con la vida de su pareja, Jordi Burón,
casi 20 años mayor que ella, porque "no solo no colmaba sus pretensiones
económicas, sino tampoco sus apetencias sexuales".
Arantxa Amoedo ha guardado silencio
durante todo el juicio (no contestó ni siquiera las preguntas de su abogado),
pero su defensa ha intentado presentar un relato alternativo: el de una joven
enferma mental, que había abandonado su tratamiento y que mató a su pareja en
defensa propia, después de que él tratara de violarla, tras varios meses de
tensiones por los celos y las supuestas preferencias sádicas que Jordi Burón tenía
en materia de sexo.
Sin embargo, para el jurado, nada
de eso ocurrió. Los nueve ciudadanos que han juzgado el caso entienden que no
hay pruebas de tal relación tormentosa, ni de un intento de violación, ni siquiera
de forcejeo que sugiriera una pelea violenta entre la pareja.
Su veredicto determina que la
procesada decidió matar a su pareja cuando los problemas económicos que este
sufría ya no le permitían sufragarle "el alto tren de vida que
llevaban" y que lo hizo de forma sorpresiva, sin opción de defensa, con
una sola puñalada directa al corazón mientras Jordi Burón estaba tumbado en la
cama.
Luego, envolvió el cadáver con plásticos
y una manta, lo trasladó al garaje y siguió con su vida en la casa donde se
cometió el crimen durante tres semanas más, hasta que se descubrió lo sucedido.
El Jurado sí reconoce a Arantxa
Amoedo que una vez que sus padres comunicaron a las autoridades lo que había
hecho, colaboró con la Guardia Civil para que los agentes encontraran el cuerpo
sin vida de su novio y recuperaran el arma homicida.
En su veredicto, el jurado ha
votado expresamente la agravante de alevosía, al declarar probado que es
culpable de haber matado a su pareja "aprovechándose de la situación de
indefensión en la que se encontraba", lo que convierte el homicidio en
asesinato.
En vista de todo ello, la Fiscalía
de Las Palmas ha confirmado su petición de 19 años de cárcel para la procesada por un delito de asesinato con la agravante de parentesco por la relación
estable de pareja que existía y la atenuante de colaboración con la Justicia.
La acusación que representa a la
familia de la víctima también ha confirmado su petición, 20 años de cárcel, más
grave que la del Ministerio Fiscal, porque no admite la existencia de
colaboración.
Esta parte se basa en un detalle
del veredicto: el jurado no dice que Arantxa Amoedo contara directamente a la Guardia
Civil lo ocurrido cuando no se sabía nada de la muerte de Jordi Burón, sino
cuando sus padres ya habían comunicado a la Policía lo que había hecho.
Por su parte, la defensa mantiene
que deben concederse a sus clientes atenuantes muy calificadas para condenarla
por asesinato, pero a una pena menos severa, de siete años de prisión.