19 de agosto de 2016

España alcanza la gloria olímpica a lo grande y luchará por la medalla de oro en Río

Viernes, 19 de agosto.

España celebra el pase a la final de los Juegos (Foto: FIBA)
Redacción
Una exhibición impresionante. Un triunfo histórico. Una medalla olímpica (como mínimo será la de plata) que sabe a la mayor gloria posible y que reafirma a la selección española como una de las selecciones de referencia del baloncesto femenino internacional. Una lección de baloncesto, de talento, de coraje, de templanza que ha llevado a las chicas de Lucas Mondelo directamente, y a lo grande, hasta el podio de los Juegos Olímpicos de Río, por cuya medalla de oro, seguro, peleará mañana (19.30 horas) ante Estados Unidos hasta sus últimas fuerzas.
Tras abrir el marcador con dos tiros libres de Nicholls, y a pesar del 2-4 con que se puso Serbia, España ha marcado el terreno ya en el primer cuarto, en el que ha sido superior en todos los aspectos. Gracias a una intensa actitud defensiva, el control del rebote, un alto nivel de intimidación por parte de Astou y Laura y una excelente salida en contraataque, la selección ha desbordado a las serbias con un altísimo ritmo de juego. Y a pesar de que ha habido intervalos de un bajo índice de anotación, España ha cerrado el periodo con 11 puntos de ventaja (20-9) y excelentes sensaciones.
Ha acertado Serbia a endurecer el juego en el segundo cuarto, y el triple de Cado que ha empezado a recortar distancias (20-12) ya en el primer minuto ha devuelto la confianza al equipo que dirige Marina Maljkovic y ha provocado momentos de imprecisión y pérdidas de balón en el ataque español. En esos minutos ha costado más sumar, las defensas se han desgastado, pero España, que puso a la agüimense Leticia Romero al timón, jugando 05:02 minutos, no ha perdido su control y ha superado momentos difíciles como el 22-20 (minuto 16), recuperado su intensidad y fluidez iniciales y, con dos canastas prácticamente consecutivas de Astou en el último minuto y medio, parte de la ventaja perdida (33-28).
Leticia Romero intenta un tiro ante Sonja Petrovic (Foto: FIBA)
Pero lo decisivo ha llegado después del descanso, cuando España ha regresado a la pista exhibiendo todas sus virtudes como equipo, volviendo a defender a un nivel impresionante, dominando el rebote defensivo con autoridad y marcando el ritmo de partido que más le convenía. Las serbias han intentado evitarlo a base de faltas y no sólo se han cargado de personales sin conseguirlo sino que además han tardado casi siete minutos en encontrar un agujero en la defensa española y anotar su primera canasta (41-30, minuto 27). Casi en la siguiente acción un triple de Silvia Domínguez ha empezado a abrir una brecha mayor (44-30) y a desquiciar a las serbias. En pleno desconcierto de todo su equipo, una falta técnica a Sonja Petrovic ha permitido a Alba sumar un 2+1 y romper definitivamente la resistencia balcánica (51-34) antes de cerrarse el cuarto ya en +15.
Un dominio en el juego, en ataque, en defensa, en rebote, en acierto y en control global del partido que España ha mantenido de forma indiscutible en los diez últimos minutos, en los que ha consolidado su superioridad incluso podría decirse que sin especiales dificultades. Ya en la recta final, dos magníficas asistencias consecutivas de Laia a Xargay y Ndour y 5 puntos de Silvia (65-46, minuto 38) han certificado la primera medalla de la historia del baloncesto femenino español. A lo grande, frente a un rival entregado y sin opciones frente a un equipo extraordinario.