Una exhibición impresionante. Un triunfo histórico. Una medalla olímpica (como mínimo será la de plata) que sabe a la mayor gloria posible y que reafirma a la selección española como una de las selecciones de referencia del baloncesto femenino internacional. Una lección de baloncesto, de talento, de coraje, de templanza que ha llevado a las chicas de Lucas Mondelo directamente, y a lo grande, hasta el podio de los Juegos Olímpicos de Río, por cuya medalla de oro, seguro, peleará mañana (19.30 horas) ante Estados Unidos hasta sus últimas fuerzas.
Tras abrir el marcador con dos tiros libres de Nicholls, y a pesar del 2-4 con que se puso Serbia, España ha marcado el terreno ya en el primer cuarto, en el que ha sido superior en todos los aspectos. Gracias a una intensa actitud defensiva, el control del rebote, un alto nivel de intimidación por parte de Astou y Laura y una excelente salida en contraataque, la selección ha desbordado a las serbias con un altísimo ritmo de juego. Y a pesar de que ha habido intervalos de un bajo índice de anotación, España ha cerrado el periodo con 11 puntos de ventaja (20-9) y excelentes sensaciones.
Ha acertado Serbia a endurecer el juego en el segundo cuarto, y el triple de Cado que ha empezado a recortar distancias (20-12) ya en el primer minuto ha devuelto la confianza al equipo que dirige Marina Maljkovic y ha provocado momentos de imprecisión y pérdidas de balón en el ataque español. En esos minutos ha costado más sumar, las defensas se han desgastado, pero España, que puso a la agüimense Leticia Romero al timón, jugando 05:02 minutos, no ha perdido su control y ha superado momentos difíciles como el 22-20 (minuto 16), recuperado su intensidad y fluidez iniciales y, con dos canastas prácticamente consecutivas de Astou en el último minuto y medio, parte de la ventaja perdida (33-28).
Leticia Romero intenta un tiro ante Sonja Petrovic (Foto: FIBA) |
Un dominio en el juego, en ataque, en defensa, en rebote, en acierto y en control global del partido que España ha mantenido de forma indiscutible en los diez últimos minutos, en los que ha consolidado su superioridad incluso podría decirse que sin especiales dificultades. Ya en la recta final, dos magníficas asistencias consecutivas de Laia a Xargay y Ndour y 5 puntos de Silvia (65-46, minuto 38) han certificado la primera medalla de la historia del baloncesto femenino español. A lo grande, frente a un rival entregado y sin opciones frente a un equipo extraordinario.