Audiencia Provincial de Las Palmas |
Efe
La Fiscalía pidió ayer una pena de 9 años de prisión para un osteópata, que
tiene como estudios el graduado social y cursos para aplicar ese tratamiento,
por supuestamente haber abusado sexualmente de una paciente de 21 años en 2012
a la que trataba por ansiedad.
En el juicio celebrado por
la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas, el acusado, A.A.D., que
tenía su consulta en el Cruce de Arinaga, negó los
hechos que le imputan y para los que la acusación particular que representa a
la víctima pide una condena de 10 años de cárcel y la misma indemnización que
la fiscalía, 20.000 euros.
El abogado ha reclamado la
absolución de su cliente, no solo por entender que el acusado es inocente, por
considerar inciertos los hechos, sino porque, en el caso de que fueran ciertos,
tampoco habría cometido delito, ya que ha sostenido que la joven consintió la
actuación del osteópata.
La paciente ha declarado que el
acusado, en la segunda ocasión que fue a su consulta, para tranquilizarla la
sentó en sus rodillas y le dio un "pico" (un beso en los labios), que
interpretó como un gesto de confianza.
En la tercera y última
consulta a la que asistió, ha señalado que le volvió a sentar en sus rodillas y
a darle un beso, pero más intenso, que le dejó "totalmente
confundida", y que después, ya tumbada en la camilla, como técnica para
que aplicara con su novio, le chupó un pezón y le metió un dedo en la vagina,
si bien ha dicho que en ese momento no se dio cuenta de que estaba abusando de
ella.
La joven ha afirmado que no
veía normal lo que estaba ocurriendo y que no sabe porqué no reaccionó contra
el acusado, que le decía continuamente que confiara en él, si bien ha asegurado
que salió de la consulta en estado de "shock". Asimismo, ha relatado que
ese día contó a su madre los hechos y al día siguiente los denunció ante la
Guardia Civil.
La madre y dos guardia
civiles han señalado al tribunal que el acusado les reconoció que se había
extralimitado, si bien los agentes han indicado que, en el caso de ellos, el
testimonio fue prestado antes de su declaración formal.
El procesado, que no ha
respondido a las preguntas formuladas por la acusación, salvo una del fiscal,
ha explicado al tribunal que vio a la paciente en su consulta en tres ocasiones
y que en dos de ellas le aplicó masajes para "bajar la madre", un método
para reducir los nervios que se acumulan en la zona abdominal, pero que no le aplicó
ningún tipo de terapia sexual ni le hizo tocamientos.
Asimismo, ha señalado que
la joven le contó que tenía problemas para mantener relaciones sexuales porque
un familiar había abusado de ella cuando era niña y que cuando lo contaba nadie
le creía.
El procesado ha manifestado
que los hechos que narra la joven en su denuncia son similares a los que le
narró de su niñez, si bien las dos psicólogas forenses han afirmado que el
relato de la joven es creíble y carece de indicios que alteren la validez de su
testimonio.
Las dos peritos han
explicado que cuando se sufre ansiedad la voluntad queda afectada, algo que ha
sido cuestionado por el letrado de la defensa, así como el estudio que ambas
forenses practicaron a la víctima por solo constar de tres horas y no disponer
de sus informes médicos.
El abogado defensor ha hecho
hincapié en que en la segunda consulta la paciente ha admitido que el acusado
le dio "un pico" (beso en los labios) y, pese a ello, volvió de
nuevo, y lo "hizo porque consiente".
El letrado también ha señalado
que no se puede apreciar una relación de superioridad porque la paciente tenía
estudios universitarios y la titulación del acusado es de graduado social.
Además, ha recordado al
tribunal una sentencia que dictaron los tres magistrados que juzgan ahora al osteópata
de un psicólogo acusado de abusar sexualmente de una paciente que resultó
absuelto por considerar que los hechos fueron consentidos.
Para el fiscal y la acusación
particular, los hechos han quedado suficientemente "claros" en el juicio,
en el sentido de que el acusado "aprovechó una situación de confianza y
abusó de la misma", por lo que deben tener un "reproche penal".