Los bomberos durante los trabajos de extinción del incendio |
Redacción
Tres personas, un hombre, una mujer y un niño de 10 años, han tenido que recibir atención médica por intoxicación de humo a raíz de un incendio declarado ayer por la tarde en una garaje ubicado en la calle Tinguaro, en el Cruce de Arinaga.
Los primeros datos, según algunas fuentes, apuntan que el fuego pudo ser provocado por el lanzamiento de petardos que, tras alcanzar el cableado eléctrico, propagó las llamas rápidamente hacia el interior del inmueble donde, según algunos vecinos de la zona, se ubicaba un taller de reparaciones de vehículos. El local, que albergaba al menos un vehículo y varias motocicletas, tal y como han manifestado algunos testigos, ha sufrido importantes daños materiales por las llamas que afectaron también a las viviendas colindantes.
Tras alertarse al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 del incendio, fueron activados todos los recursos de emergencias necesarios, desplazándose al lugar varias dotaciones de los Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, con base en el Polígono Industrial de Arinaga, agentes de la Guardia Civil del Puesto Principal de Agüimes, que sacaron del edificio a dos de las personas afectadas; efectivos del subsector de Tráfico, que se encontraban por la zona y ayudaron a regular la circulación, y del Grupo de Intervención Rápida (GIR) de la Guardia Civil; de la Policía Local de Agüimes y varias ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC).
Una vez en el lugar, las fuerzas de seguridad procedieron a cortar y asegurar las calles colindantes para facilitar los trabajos de extinción y evitar daños mayores ante una posible deflagración, mientras que los bomberos trabajaban incansablemente en la extinción del fuego.
Por su parte, el personal del SUC atendió a las tres personas afectadas por inhalación de humo, de las que una, según hemos podido conocer, continuaba anoche en el Hospital Insular Universitario de Gran Canaria en observación.
El fuego, además, provocó que las calles colindantes se quedaran sin fluido eléctrico, por lo que los vecinos se alumbraban con velas y linternas mientras los operarios de la compañía eléctrica procedían, tras haber quedado extinguido el incendio, a renovar el cableado afectado por las llamas.