El Coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC), Ramón Trujillo, acusó ayer al presidente y al consejero de Economía del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo y Pedro Ortega, respectivamente, de "vender" Canarias a Goldman Sachs, a la que considera "una de las empresas responsables de la crisis financiera a nivel mundial en 2008 y que ahora llega a las islas a través de Redexis Gas S.A. gracias a las gestiones de los responsables políticos del ejecutivo canario".
Trujillo ha señalado que "han pasado cinco meses desde que Clavijo y Ortega viajaran a Estados Unidos en busca de inversión para Canarias, donde tuvieron la oportunidad de reunirse con los responsables de las principales empresas cinematográficas y energéticas del mundo", y agrega que los resultados de estos encuentros han dado frutos y se han hecho públicos en el Boletín Oficial de Canarias en ocho anuncios en los que se informa de la solicitud de autorización administrativa, aprobación de proyecto de construcción y reconocimiento que, según el dirigente de IUC, "están relacionados con la utilidad pública del proyecto de instalaciones de distribución de combustibles gaseosos por canalización en Telde, Agüimes, Las Palmas de Gran Canaria, Arona, Granadilla de Abona, La Laguna, Puerto de la Cruz y Santa Cruz de Tenerife a la empresa Redexis Gas S.A."
Asimismo, destaca que "Redexis Gas S.A. pertenece en su totalidad a Goldman Sachs desde 2012, aunque en 2010 ya tenía el 80% de las acciones", y que este grupo inversor "fue el principal responsable de la crisis mundial de 2008 gracias a, entre otros asuntos, las llamadas hipotecas basura".
A juicio de Ramón Trujillo, el gasto de más de 33.000 euros en el viaje de Fernando Clavijo y Pedro Ortega a Estados Unidos "es una minucia al lado de los que se le viene encima a Canarias, que ha sido, literalmente, vendida y supeditada a los intereses de Goldman Sachs ignorando conscientemente la existencia de un informe negativo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por su posible inviabilidad económica".
Así, según Trujillo, "es imposible pensar en un archipiélago sostenible y verde cuando se fomenta la introducción del gas, un combustible limitado, dependiente del petróleo y, por tanto, contaminante".