La Iglesia de San José Obrero del Cruce de Arinaga recibirá esta noche, a las 21.00 horas, la visita de la Cruz de Lampedusa, una cruz hecha con restos de las pateras en las que han viajado muchos de los inmigrantes muertos en el Mediterráneo en su intento de huir de las guerras, la violencia, el hambre o la persecución política en sus países de origen en busca de una vida mejor.
La Cruz de Lampedusa, que permanerá en el Cruce de Arinaga hasta el viernes, mide 2'80 metros de alto y 1,50 metros de ancho y fue bendecida por el Papa Francisco al término de la audiencia general en la Plaza de San Pedro previa a la pasada Semana Santa.
La iniciativa que recorre España, bajo el lema "Viaje de la Cruz de Lampedusa", busca transmitir un mensaje de solidaridad y paz entre las ciudades, parroquias y culturas y convertirse así en la huella permanente de una memoria que no debe desaparecer.
La jornada de mañana jueves acogerá un tiempo de catequesis sobre la cruz y oración para celebrar, a las 17.00 horas, una misa. Posteriormente se llevará a cabo un encuentro de los voluntarios de Cáritas con las familias del municipio atendidas y la Cruz de Lampedusa será llevada a la Residencia y al Club de Mayores del Cruce de Arinaga y a la Parroquia de Arinaga.
El recorrido de la Cruz de Lampedusa continuará por Los Espinales, el Polígono Residencial de Arinaga, Montaña San Francisco, La Goleta y Las Rosas y centrará, asimismo, distintos encuentros con los padres y niños de la catequesis, los jóvenes de las parroquias y los deportistas del municipio, para finalizar el día, a partir de las 22.00 horas, con una Eucaristía y tiempo de silencio y oración.
El viernes, la Iglesia de San José Obrero abrirá sus puertas a las 08.00 horas y, a partir de las 09-00 horas, antes de continuar su recorrido en Vecindario, la Cruz de Lampedusa presidirá la celebración de la Eucaristía y será trasladada a la zona del Risco Verde en Arinaga, donde en septiembre de 2007, y a solo 20 metros de la costa, fallecieron diez inmigrantes después de saltar de la patera en la que viajaban al creer que habían alcanzado la orilla de la playa, mientras que otras ocho personas, seis por sus propios medios y dos auxiliados por agentes de la Guardia Civil, lograron sobrevivir a la tragedia.