Una empresa privada proyecta construir y abrir en la costa más al norte de Agüimes la primera instalación de cable esquí de Canarias y el promotor de la iniciativa, Pedro Gandía, ha solicitado permiso al Consejo Insular de Aguas para ocupar entre 45.000 y 60.000 metros cuadrados donde poder hacer un gran lago en la desembocadura del Barranco de Guayadeque.
Con una inversión de 1,3 millones de euros, la empresa Inversiones Valido S.L. quiere entrar en el circuito del cable esquí en España, donde existen cuatro en la actualidad, localizados en Marbella, Madrid, Benidorm y Barcelona, y estaría ubicado en un espacio que es dominio público hidráulico y que gestiona el Consejo Insular de Aguas, organismo dependiente del Cabildo de Gran Canaria.
El primer paso dado por la entidad es solicitar permiso para la concesión administrativa que le permita ocupar la superficie citada en el cauce del Barranco de Guayadeque, cuyo expediente ya fue sometido a un periodo de información pública y están siendo estudiadas las alegaciones recibidas.
El representante de la mercantil, Pedro Gandía, ha informado que pese a que la infraestructura se ha clasificado en el epígrafe de ocio-turística, se trata de una instalación deportiva que busca promover en la isla la práctica de deportes acuáticos como el waterboard y el wakeskate, con la peculiaridad de que será el único cable esquí de España en un lago artificial.
El complejo consiste en un cable aéreo único que permite que hasta nueve esquiadores acuáticos puedan ser tirados a la vez sin necesidad de un barco, usando una lámina de agua de 1,5 metros de profundidad que traza un recorrido en torno a una isla central.
El primer llenado de esta vaso se haría con agua de mar y, de hecho, la infraestructura, que exigirá la construcción de un lago artificial de unos 40.000 metros cuadrados, se ubicaría a pocos metros de la orilla, aunque para mantener el nivel del lago se utilizaría agua desalada.
El complejo incluye, aparte del sistema del cable esquí y la plataforma que lo soportará, una cafetería, terraza de madera con salarium, vestuarios y taquillas, tienda, oficina, taller, almacén de tablas y ocho obstáculos para el lago, así como una zona de baño con actividades extremas, duchas, parque infantil y bancos de áreas de descanso.
Sin embargo, el colectivo ecologista Turcón ha mostrado su disconformidad y total oposición a este proyecto con la presentación de alegaciones al expediente en los que solicita que el Consejo Insular de Aguas deniegue la solicitud de Inversiones Valido S.L. porque considera que "es una privatización de un suelo que es público" y que podría instalarse en otro lugar de propiedad privada. "No se justifica, señala Turcón, el uso del cauce público del barranco porque este tipo de ocupaciones suele llevar aparejada una canalización que no aparece en la solicitud".
Asimismo, el colectivo, que no se opone al proyecto, sino al lugar de emplazamiento, considera que afectaría a una zona de interés medioambiental desde el punto de vista paisajístico y natural y tampoco cree que se pueda catalogar como una actuación de interés general porque se podría desarrollar en cualquier otro punto que no implique ocupar suelo de dominio público.