Las Perseidas, conocidas como lágrimas de San Lorenzo, son la lluvia de estrellas más popular del año, no solo por ser una de las más activas y espectaculares, sino porque se desarrollan en pleno mes de agosto, cuando la temperatura nocturna y las vacaciones de gran parte de la población lo ponen más fácil para salir a disfrutar del cielo.
Y este año será especialmente intensa porque no habrá Luna y las estrellas fugaces serán muy visibles en el cielo, con una intensidad que alcanzará entre 50 y 100 estrellas por hora.
El Observatorio Astronómico de Temisas, que ha completado el cupo disponible para esta noche, ofrecerá a partir de las 22.00 horas una sesión de observación interpretada de la lluvia de meteoros más espectacular del año, en la que se dará una charla divulgativa a cielo abierto, en la que se explicará cómo se producen, su origen y desarrollo.
Las Perseidas sucede todos los años sobre este día, cuando nuestro planeta cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que pasó cerca del Sol por última vez en 1992, dejando un rastro de pequeñas partículas que formaron la cola del cometa.
Al chocar con la atmósfera, la fricción las caliente hasta desintegrarlas a gran altura y, durante unos segundos, las partículas brillan para producir el fenómeno conocido como lluvia de estrellas fugaces.
Las Perseidas, que han sido observadas durante siglos, aunque fueron reconocidas oficialmente a mediados del siglo XIX, siendo una de las lluvias mejor estudiadas, golpean nuestra atmósfera a 59 kilómetros por segundo (mucho más rápidas que las Gemínidas, que los hacen a 35 kilómetros por segundo), por lo que resultan meteoros rápidos y brillantes.