Esta semana se ha firmado el pacto para un gobierno progresista en el Cabildo de Gran Canaria. Afortunadamente, las fuerzas de izquierda y nacionalistas que obtuvimos la mayoría absoluta en las pasadas elecciones, dieciocho consejeras y consejeros de veintinueve, hemos alcanzado un acuerdo de programa, de objetivos prioritarios y de distribución de responsabilidades. El gobierno del Cabildo ha quedado conformado por Nueva Canarias, el Partido Socialista y Sí Podemos. Este fue mi compromiso inequívoco en la campaña electoral y hoy tengo la satisfacción de comunicar a toda la sociedad grancanaria que se ha cumplido la palabra dada. No hay tiempo que perder, toca apurar el talento y la voluntad para responder a las expectativas creadas.
El Cabildo de Gran Canaria ha padecido una falta de continuidad en los proyectos políticos y en las mayorías de gobierno a lo largo de su historia reciente. Desde la restauración democrática, tan solo un presidente fue capaz de repetir dos mandatos. Es evidente que cuatro años no son suficientes para consolidar programas, objetivos y transformaciones reales en un territorio tan complejo como Gran Canaria, en una institución tan singular como el Cabildo y en unos tiempos de profundos cambios sociales, económicos y tecnológicos. Estoy seguro de que la continuidad será un factor de fortalecimiento y eficacia en nuestra acción de gobierno.
El actual mandato supone un reto y una responsabilidad histórica. Por primera vez, en décadas, un gobierno progresista va a tener la oportunidad de dar estabilidad a sus líneas de trabajo y tener el tiempo suficiente para ver madurar las políticas públicas y sus resultados. Además, no repite un gobierno cualquiera, sino aquel que se ha empeñado en avanzar hacia el gran horizonte de transformación de la isla al que hemos denominado “ecoisla”. La ciudadanía lo ha revalidado en las elecciones con el apoyo de la mayoría social, con el respaldo de gran parte de los ayuntamientos y con resultados destacables.
La continuidad del trabajo no solo se garantiza por la reelección del presidente y la reedición del pacto, sino también porque una parte importante de los consejeros y consejeras y de los cargos intermedios seguirá gestionando las mismas áreas que en el anterior mandato, lo que garantiza el mantenimiento de las iniciativas y las propuestas y un Cabildo a pleno rendimiento desde el primer día.
Con estas bases sólidas afrontamos cuatro años cruciales para el futuro de Gran Canaria y para la consolidación de un proyecto de isla con justicia social, igualdad, sostenibilidad ambiental, desarrollo económico integrador e innovador y comprometido con la profundización cultural e identitaria. Desde hace cuatro años hemos corregido las inercias de una gestión distraída y nos hemos volcado en la reducción de la desigualdad y la pobreza, en la respuesta al cambio climático, en la dinamización económica y en el impulso a los valores democráticos. El éxito colectivo de la declaración de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria como Patrimonio Mundial de la Unesco ilustra una forma de trabajar y de ambicionar nuevas realidades. Y vamos a corresponder diseñando una estrategia de futuro aunando la gestión de este Paisaje Cultural con la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.
Es evidente que la generación de empleo es la gran herramienta para avanzar en la igualdad de oportunidades y la base para poder desarrollar políticas sociales inclusivas. Aunque los datos de desempleo han mejorado, las más de 86.000 personas que no encuentran un puesto de trabajo nos obligan a establecer como objetivo que la tasa de paro se sitúe al menos en la media estatal. Para ello valoraremos en las diferentes áreas de gobierno las posibilidades de generación de empleo de todas las iniciativas centrándonos en los colectivos que más sufren el desempleo (jóvenes, mujeres y parados de larga duración).
Aunque el empleo sea la principal vía para luchar contra la pobreza, también seguiremos trabajando con los ayuntamientos y las ONG para atender a las personas que están en la exclusión social o en riesgo de caer en ella. Además de mantener los planes de ayuda que ya se iniciaron en el mandato anterior se pondrá en marcha una línea de ayudas para atender el pago de los suministros básicos de la vivienda, garantizando que nadie se quede sin agua y sin luz.
Canarias, por su situación geográfica y la singularidad de sus ecosistemas es uno de los territorios del mundo que más está sufriendo y va a sufrir los efectos del cambio climático. La lucha contra este fenómeno no es solo una emergencia sino una oportunidad de transformación de nuestro modelo productivo. Aunque se tiene que abordar desde una perspectiva integral hay tres elementos que son centrales: la soberanía energética, la alimentaria y la medioambiental.
Nos marcamos como objetivo duplicar en 4 años la tasa actual de producción de energías renovables, para que en 2030 podamos alcanzar el 70% de producción de energía eléctrica de manera limpia y sostenible. Además de la construcción de la central hidroeléctrica Chira-Soria, que será un referente no solo en Canarias sino en el conjunto del Estado, avanzaremos hacia ese objetivo potenciando el autoconsumo, que democratiza la energía, con la instalación de placas solares en las azoteas públicas y privadas a través de subvenciones, con la promoción de parques públicos de energía solar y eólica y la investigación de nuevas formas de generación como la geotermia.
La soberanía alimentaria, con la reducción de la dependencia del exterior a través del aumento del consumo y la producción de productos de cercanía, contribuye a la generación de rentas y a la calidad de vida de la población de las zonas rurales. Pero también ayuda a conservar los ecosistemas y el paisaje, a fijar CO2 o a reducir la contaminación derivada de la importación de alimentos. Además del aumento de la superficie cultivada, seguiremos reforestando la isla como método de lucha contra la erosión y el aumento del CO2 en la atmósfera.
El transporte es uno de los principales causantes de la contaminación de nuestras ciudades. Pero también es una necesidad básica que articula nuestro territorio y permite la movilidad de las personas para trabajar, realizar sus tareas cotidianas o disfrutar de su ocio. Por ello es urgente continuar con el desarrollo de un modelo insular de movilidad sostenible, que reduzca las emisiones y minimice la presión del coche privado y con ello la congestión de las principales vías de Gran Canaria. El proyecto del tren impulsado con energía eólica y el apoyo a la culminación de la Metroguagua son elementos fundamentales de esta estrategia.
La pasada legislatura creamos, por primera vez, una Consejería de Igualdad que integraba el servicio de atención a mujeres víctimas de violencia con capacidad para desarrollar una política integral no sólo para paliar las consecuencias del machismo sino para combatir también sus causas. La prevención se hace indispensable. El auge del movimiento feminista nos recuerda la emergencia de erradicar todas las formas de discriminación por motivos de sexo, identidad de género u orientación sexual así como de luchar contra cualquier forma de violencia machista. Pero también la necesidad de integrar la perspectiva de género de manera transversal en todas las acciones de gobierno porque no es justa ni sostenible una isla que deja atrás a más de la mitad de su población y no integra la diversidad.
Gran Canaria tiene que ser también una isla innovadora y moderna. A nadie se le escapa que un territorio archipielágico como Canarias, con los sobrecostes de transporte que tiene que asumir, solo puede desarrollarse a través de la investigación, la innovación y una economía intensa en conocimiento. Y tenemos la “materia prima” para ello. Vamos a incrementar nuestra productividad generando I+D+i desde la universidad, centros tecnológicos y empresas. Apoyaremos el talento grancanario y aprovecharemos al máximo el nuevo régimen económico y fiscal de Canarias para atraer inversiones internacionales. El sector audiovisual, el sector digital y la economía azul y verde deben ser pilares definitorios de nuestro modelo económico. Lo deben ser también las políticas estratégicas de turismo sostenible, de reforestación de la isla, de protección del paisaje, el territorio y la biodiversidad, de apoyo a la industria, el comercio y las pymes…
Frente al pesimismo que en muchas etapas ha dominado la política insular, la firma del pacto por el progreso económico y social de Gran Canaria para los próximos cuatro años, que supone la reedición del acuerdo de 2015, es la expresión de la voluntad colectiva de una sociedad que no se resigna y que está construyendo un modelo de referencia en Canarias. Son muchos y muy importantes los retos que afrontamos pero lo hacemos con la implicación y la complicidad de cientos de miles de grancanarias y grancanarios. Son innumerables los mensajes de alegría y felicitación que recibimos por la continuidad de este proyecto de recuperación de Gran Canaria. Este artículo es una forma de agradecer este inmenso cariño.
Y afrontamos estos retos mirando con esperanza la conformación del nuevo gobierno de Canarias con el que esperamos compartir las prioridades sociales, medioambientales, económicas y culturales que esta tierra se merece. Desde Gran Canaria denunciamos los olvidos o los tratos injustos que esta isla padeció en el pasado. Ofrecemos nuestra leal colaboración para que podamos construir una Canarias donde todas y todos nos sintamos con las mismas oportunidades y tengamos el mismo trato.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)