Puesto Principal de la Guardia Civil de Agüimes |
Redacción
La Guardia Civil del Puesto Principal de Agüimes detuvo a finales del pasado mes de noviembre a un hombre de 24 años, identificado como J.N.M.P., de nacionalidad española, vecino de San Bartolomé de Tirajana y con antecedentes policiales, como presunto autor de sendos delitos de hurto e incendio en una vivienda unifamiliar de dos plantas, en el Cruce de Arinaga, el pasado mes de febrero.
La investigación se inició cuando en febrero de este año se denunció en dependencias policiales la desaparición de una caja fuerte del interior de una vivienda del citado núcleo poblacional, si bien en octubre la Guardia Civil recibió nuevos datos de los denunciantes sobre las joyas, según se informa en una nota de prensa.
La vivienda se había visto seriamente afectada por un incendio, desconociéndose en un primer momento las causas que lo originaron, y se comprobó tras el desescombro y limpieza de la parte calcinada del inmueble que faltaba una caja fuerte que contenía dinero y joyas, lo que motivó las sospechas de que el incendio no fuera accidental o fortuito.
A raiz de ello, los agentes contemplaron desde ese momento la posibilidad de que el incendio hubiera sido provocado para hacer desaparecer cualquier indicio relacionado con la sustracción de la caja fuerte, por lo que se extendió la investigación de todas las personas que habitaban la vivienda en el momento en el que ocurrieron los hechos, ya que además no observaron signos de forzamiento alguno en los accesos a su interior.
De este modo, tras practicar las oportunas declaraciones testificales, tanto de víctimas como de testigos, y procederse al análisis de numerosa documentación, entre las que estaba el informe sobre el incendio del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, la Guardia Civil pudo conocer de J.N.M.P., en aquel momento vinculado al grupo familiar afectado, había realizado posteriormente numerosas ventas de joyas en diversos joyerías de la isla, obteniendo unos beneficios superiores a los 10.000 euros.
Posteriormente, tras obtenerse las imágenes de las joyas vendidas en cada uno de los establecimientos, pudo comprobarse que la mayoría de ellas coincidían con la descripción de las sustraídas, como así se llegó a confirmar al ser reconocidas por sus legítimos propietarios.
Finalmente, se expuso que el incendio producido no solo originó cuantiosos daños materiales en la vivienda, sino que puso en peligro la vida de quienes se encontraban en esos momentos en su interior, incluido su propio hijo.
Asimismo, y gracias a la rápida actuación de los Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, con base en el Polígono Industrial de Arinaga, se evitó que el fuego se propagara a los edificios anexos, trabajando dos horas en su extinción y gastando 1.200 litros de agua.
La Guardia Civil, que remitió este martes las diligencias instruidas al Juzgado de Instrucción nº 3 de Telde, en funciones de guardia, indica en la nota de prensa que el delito de incendio con peligro para la vida o la integridad física de las personas está castigado por el artículo 351, que contempla penas de prisión de 10 a 20 años.