18 de mayo de 2020

Agüimes pide que los guantes y mascarillas sean desechados de manera cívica en papeleras y contenedores de basura para restos

Mascarilla desechable tirada en la calle, una imagen que debemos evitar
Lunes, 18 de mayo.

Prensa Agüimes
La crisis sanitaria del coronavirus está produciendo importantes cambios en el día a día de la población y, uno de ellos, es el uso generalizado de guantes y mascarillas desechables, recomendados para minimizar los posibles riesgos de contagio, especialmente en contextos en los que no se puedan garantizar la distancia mínima interpersonal.
Sin embargo, estos elementos de protección, a los que ya estamos totalmente acostumbrados, pueden producir serios problemas si en el momento de desprendernos de ellos no actuamos con responsabilidad, ya que el impacto de las mascarillas y los guantes abandonados comienza a ser notorio en la vía pública, en las infraestructuras de saneamiento y en la naturaleza.
Por ello, Ecoembes, organización sin ánimo de lucro que se dedica a la recuperación y el reciclaje de envases en toda España, ha iniciado una campaña de sensibilización que trata de concienciar a la ciudadanía para un comportamiento responsable con su material de protección frente a la Covid-19.
La campaña trata de informar sobre esta problemática, que está generando más baturaleza en nuestros entornos naturales, con el fin de adquirir buenos hábitos en el momento en que los guantes y las mascarillas deban ser desechados.
Por su función, es lógico que deban tener un solo uso, pero no por ello dejan de ser materiales altamente contaminantes y la indicación es clara: no deber ser arrojados por el retrete porque acabarían taponando las alcantarillas y colapsando las redes de saneamiento; tampoco deben ser arrojados a las calles, al mar ni al campo, sino que deben ser desechados en el contenedor adecuado (el de basura para restos, y no en el verde, ni el azul, ni el amarillo) o en las papeleras urbanas.
Ecoembes insiste en la importancia de cuidar, ahora más que nunca, los espacios naturales, pues está demostrado que la biodiversidad es un escudo protector frente a la expansión de los virus de origen zoonótico, como el coronavirus.
Cuanto más deteriorada se encuentre la naturaleza, más facilidad tendrán estas epidemias para propagarse, y de ahí que, con el simple gesto de desechar los guantes y mascarillas de forma adecuada, estemos contribuyendo a atajar un problema incipiente que, de agravarse, podría generar un enorme perjuicio en la gestión de los residuos, en el cuidado de la naturaleza y en la propia salubridad de nuestro entorno vital.