Sábado, 17 de octubre.
Prensa Agüimes
La pandemia de la Covid-19 está provocando muchas transformaciones en nuestro modos de vida, cambios que ya se están empezando a sentir en las sociedades de todo el mundo, y uno de los más notorios, es el aumento del número de personas en serio riesgo de padecer pobreza y exclusión social.
De acuerdo a los cálculos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNDU), si no se toman medidas urgentes, cerca de 500 millones de personas, aproximadamente el 7% de la población mundial, engrosarán en los próximos meses las cifras de personas en situación de pobreza.
Según el PNDU, esto podría suponer un retroceso de una década en la lucha contra la pobreza en el mundo, y de hasta 30 años en algunas regiones como África Subsahariana, Oriente Próximo, América Latina y el Norte de África, con consecuencias en los flujos migratorios hacia zonas con mayor renta como Estados Unidos o Europa.
En los próximos meses, más de la mitad de la población mundial podría quedar viviendo en condiciones de pobreza, tal y como refleja el manifiesto elaborado por la Plataforma Pobreza Cero y respaldado por la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Agüimes con ocasión de la conmemoración, ayer, del Día Internacional por la Erradicación de la Pobreza.
Agüimes se suma así a la petición de no renunciar, pese a la pandemia, a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la hora de ruta mundial para mejorar el bienestar de las personas y del planeta.
Frente a la Covid-19 y sus efectos socioeconómicos, el manifiesto de la Pobreza Cero pone particular énfasis en la necesidad de adoptar decisiones urgentes desde las instituciones públicas para estimular la economía y la creación de empleo, invertir en los sistemas sanitarios, promover la educación y el comercio justo, proteger a los colectivos más vulnerables y combatir la discriminación, el odio, la aporofobia y el racismo que se están abriendo camino en este contexto de crisis, poniendo en peligro las libertades y los derechos fundamentales de las personas.
El panorama actual de recesión en todo el mundo, añade el manifiesto, no puede dejar de lado la respuesta de los gobiernos a los desafíos del cambio climático, ni las políticas para la conservación de la biodiversidad, ni el apoyo a las organizaciones que luchan en primera línea contra la pobreza, frente a catástrofes, conflictos bélicos o crisis de refugiados.
Una respuesta correcta de las instituciones públicas frente a la pandemia podrá suponer el renacimiento de una humanidad más justa y solidaria para beneficio de las generaciones actuales y futuras.