23 de marzo de 2021

La ULPGC analiza las aguas tratadas en depuradoras y concluye que son reutilizables

 Martes, 23 de marzo.

Toma de muestras en una de las estaciones depuradoras de aguas residuales analizadas
Redacción

El Grupo de Análisis Químico Medioambiental de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha evaluado la presencia de once compuestos en tres depuradoras de aguas residuales de la isla dentro del proyecto ADAPTaRES, que estudia la presencia de residuos farmacéuticos en la citadas estaciones depuradoras.
Este trabajo se ha volcado en un artículo de investigación donde se analiza la eficacia de los tratamientos de dichas estaciones en la eliminación de estos contaminantes, evidenciando que son eficientes y, por tanto, que el agua puede ser reutilizada tras la depuración, con lo que se consigue el objetivo final del proyecto, que es promover la reutilización de aguas residuales como estrategia de adaptación al cambio climático en la Macaronesia.
El trabajo de investigación, firmado por Rayco Gudes, Javier Pacheco, Sarah Montesdeoca, Zoraida Sosa, José Juan Santana  Gilberto Manuel Martel, analiza la presencia de compuestos farmacéuticos en aguas residuales y regeneradas de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) del Sureste y Santa Lucía.
Las mayores concentraciones detectadas, en especial en el agua de entrada a las depuradoras, fueron de estimulantes como la cafeína y la nicotina, así como de antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno.
Las aguas resultantes del tratamiento de las EDAR se analizaron mensualmente durante dos años con el objetivo de demostrar su calidad y fomentar su reutilización, siendo necesario demostrar, para garantizar la calidad y seguridad de dichas aguas, que no presentan contaminantes emergentes como los fármacos, o que estos se encuentran en concentraciones que no son un riesgo para la salud humana ni lo ecosistemas.
Asimismo, el estudio permitió evaluar si este tipo de contaminantes son eliminados en la EDAR y comprobar si las tecnologías de tratamiento convencionales y naturales son igual de eficientes a la hora de eliminar fármacos presentes en aguas residuales.
Aunque las depuradoras estudiadas son completamente diferentes, ya que la del Sureste es una depuradora convencional que trata las aguas de una zona densamente poblada y la otra es un depuradora natural que trata las aguas de un pequeño núcleo rural, las concentraciones detectadas de residuos farmacéuticos a la entrada fueron similares.
Las aguas regeneradas estudiadas son un recurso muy valioso en zonas semi-áridas con las islas, ya que producen muy poco impacto ambiental y riesgos para la salud humana, por lo que su uso puede ser implementado como una estrategia de adaptación al cambio climático.