Miércoles, 10 de marzo.
Le Monde, considerado el periódico de referencia en Francia con una difusión que supera los 400.000 lectores entre la edición de papel y los abonos digitales y una tirada de 40.000 ejemplares fuera del país, publicó el pasado día 3 de marzo un reportaje, firmado por Sandrine Morel y titulado "Je sens en moi qu'il est en vie": en Espagne, l'imposible deuil des families des migrants disparus en mer ("Siento en mí que está vivo": en España, el luto imposible de las familias de los migrantes desaparecidos en el mar).
Quince nichos anónimos, señala el diario, miran al océano en el Cementerio de Agüimes. Las moscas vuelan alrededor de las paredes de cal y hormigón, y el sepulturero admite que están mal selladas. Aquí yacen los cuerpos de tantos migrantes subsaharianos, encontrados en una embarcación improvisada en agosto de 2020, a 160 kilómetros de la costa canaria, con la piel quemada por la sal y el sol, muertos de hambre y sed tras días de peligrosos viaje.
Antes de ser enterrados, en septiembre, se les tomó el ADN en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas y, este mes, por primera vez, se comparará una de estas muestras con la de un posible familiar que vive en Madrid.
"La foto que nos ha enviado parece que puede corresponder a uno de estos jóvenes", explica la Directora del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, María José Melián. "Desde principios de 2020 registramos la información de unos 50 migrantes fallecidos en el mar (ADN, fichas dentales y fotografías de identificación) y hemos firmado un protocolo con Cruz Roja para facilitar la búsqueda de sus familias, que sigue creciendo", y añade que "preferiríamos que se recuperaran más cuerpos porque sabemos que hay muchas más personas desaparecidas en el mar...".
