Miércoles, 21 de julio.
Redacción
El Puerto de Arguineguín, principal lugar de las operaciones de Salvamento Marítimo y uno de los más calientes por las condiciones inhumanas en las que se retienen a quienes migran, y el Aeropuerto de Gran Canaria, el lugar desde donde muchas de ellas son deportadas, fueron ayer los focos principales de las acciones de la Caravana Abriendo Fronteras para visibilizar la violación constante de los derechos humanos.
Entre ellos, los activistas de la Caravana Abriendo Fronteras se reunieron en la puerta del Cementerio Parroquial de San Sebastián de Agüimes para homenajear a las personas fallecidas y desaparecidas en la Ruta Canaria, considerada actualmente como una de las más peligrosas y con uno de los índices de mortalidad más altos, ya que según las cifras del programa Missing Migrants de Naciones Unidas, "solo durante el pasado año cerca de 600 jóvenes, entre los que se incluyen los menores de edad y niños-as, perdieron la vida mientras trataban de cruzar en patera hacia las islas".
Missin Migrants, que intenta documentar las víctimas mortales en esta ruta migratoria, reconoce que el dato es una estimación mínima debido a la imposibilidad de contabilizar aquellas embarcaciones que el Atlántico se traga con todos sus ocupantes y sin dejar rastro alguno.