Viernes, 25 de febrero.
Redacción
Más de un millar de piezas arqueológicas de entre finales del siglo VIII y fines del X d.C. han sido halladas en un yacimiento del Barranco de Guayadeque, lo que permitirá conocer mejor la forma de vida de los antiguos canarios.
Las piezas, con una antigüedad de más de mil años, fueron encontradas a finales de 2020, en una cueva, por varias personas que dieron aviso del hallazgo, según informó ayer el Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, que señaló que gran parte del material estaba en el interior de sacos junto a varias herramientas de excavación, lo que alertó de un nuevo intento de expolio al patrimonio de la isla.
Asimismo, aseguró que "estamos ante uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de Gran Canaria en los últimos años, pues todos los materiales superan con creces las expectativas iniciales. Es una maravilla, añadió, que sigamos encontrando en nuestra isla parte de la memoria y del legado de sus primeros habitantes, razón por la cual consideramos que debíamos presentarlo a la ciudadanía y ratificar el compromiso de seguir acometiendo trabajos en la zona para garantizar su conservación, su protección y difusión de nuestro patrimonio".
Tras el hallazgo, el Servicio de Patrimonio Histórico de la primera institución insular inició el trabajo de campo y su posterior estudio y datación, y aunque los trabajos arqueológicos aún continúan, ya se ha obtenido abundante información, indicó el responsable de este servicio, Xavier Velasco.
Entre el material hay numerosos tejidos vegetales, cestería, restos de cerámica, madera, molinos y otros objetos, que se encontraron en una cueva de grandes dimensiones, integrada por varias estancias, y que forma parte de un conjunto arqueológico más amplio en el que coexisten espacios domésticos y funerarios de un gran valor histórico.
Este hallazgo destaca tanto por su volumen, con más de un millar de elementos, como por la calidad y variedad de las piezas, especialmente en lo que se refiere a las industrias textiles en fibras vegetales, elementos líticos de molturación (molinos y morteros), maderas y muestras de la argamasa que cubría el interior de la cueva.
Esta cueva del Barranco de Guayadeque es de los pocos lugares de Gran Canaria en los que se ha documentado este tipo de restos en su contexto arqueológico y proporciona piezas en las que se puede analizar exhaustivamente su tipología, funcionalidad y tratamientos recibidos.
Velasco recordó que el Bien de Interés Cultural (BIC) Zona Arqueológica del Barranco de Guayadeque es un referente de la arqueología grancanaria desde el siglo XIX.