Lunes, 28 de febrero.
La Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) se dan la mano para probar Desalro 2.0 en Pozo Izquierdo, en Santa Lucía de Tirajana, un proyecto experimental que pretende revolucionar la tecnología de la desalación por osmosis inversa a escala mundial en cuanto a ahorro de energía, que es, por otra parte, uno de los talones de Aquiles de las desaladoras actuales, pues consumen mucha electricidad, por lo que su disminución no solo redunda en un ahorro económico, sin también en una mejora de la sostenibilidad.
La iniciativa ya está en marcha y surge de dos necesidades que se retroalimenta, la ampliación de la capacidad de producción de la desaladora de agua de mar (EDAM) de la Mancomunidad del Sureste en 5.000 metros cúbicos al día, y la búsqueda del ITC de una instalación donde poner a prueba su proyecto.
De esta manera, el ente supramunicipal se ahorra el coste de la inversión, que la aporta la Unión Europea como parte de la respuesta a la pandemia de la Covid-19 por tratarse de un proyecto experimental subvencionado, y el ITC tendrá acceso a una infraestructura industrial de desalación que cuenta con toda la tramitación administrativa que ya la Mancomunidad del Sureste tiene adelantada.
El Jefe del Departamento de Agua del ITC, Baltasar Peñate, explica que la aportación de su centro tiene que ver con el diseño de ese nuevo bastidor de desalación, y señala que "no hemos creado nada nuevo en el sentido de diseñar nuevos equipos, sino que hemos usado los componentes que ya existen en el mercado y los hemos combinado de forma optimizada con la colaboración de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) y alguna ingeniería canaria para dar soporte a los diseños".
Tras más de 150 simulaciones realizadas y esquemas de diseño a lo largo de un intenso año de trabajo en el marco de otros proyectos como Desal+ y Erres4water, han hallado una combinación de membranas, bombas, secciones de tuberías e hidráulica que da como resultado un desarrollo muy eficiente energéticamente.
El óptimo consumo al que han llegado con sus simulaciones es de 1,85 kilovatios-hora por metro cúbico, esa reducción, respecto a los diseños convencionales para estos tamaños de planta, es bastante y ronda más de los 0,5 kilovatios-hora por metro cúbico.
En el caso concreto de la estación desaladora de agua de mar del sureste la diferencia es más notable, dado que la desaladora operativa hoy tiene un consumo medio de 3,2 kilovatios-hora por metro cúbico.
Si el ITC logra que su proyecto, ya en fase de redacción de proyecto técnico para licitar la obra en los siguientes meses, alcance ese dato óptimo de consumo de energía, esto se traduciría en un potencial ahorro de 6.750 kilovatios por día, en el caso del sureste, respecto a una producción equivalente en su desaladora.
Esta colaboración entre la Mancomunidad del Sureste y el ITC quedará plasmada en un convenio entre ambas partes, aprobado ya por el organismo supramunicipal, y en virtud al mismo, el ITC asume la redacción de los proyectos, tanto el de obra civil, es decir, la nave donde irá el nuevo bastidor de la desaladora, como el de la instalación en sí.
El plazo de las obras será de tres o cuatro meses y la nueva estructura se levantará al lado de la estación actual, y el ITC confía en licitar su parte el próximo mes de mayo.
