Domingo, 26 de junio.
La Provincia
El Ayuntamiento de Agüimes ha sacado a concurso de adjudicación un programa de fomento de la regeneración y renovación urbana, que consistirá en obras de conservación y mantenimiento de 160 viviendas sociales, las más antiguas del casco de Agüimes y, por tanto, las que se encuentran en peor estado en la actualidad.
Estas casas, que fueron construidas en torno a 1966, han dejado de ser viviendas sociales, ya que ahora son de sus propietarios, la gran mayoría los mismos vecinos-as a los que se le entregaron hace ya más de sesenta años.
Este plan, que incluye entre otras acciones la rehabilitación de las fachadas, impermeabilización de cubiertas y mejoras en la trama ajardinada, es el primero que se realizará con carácter conjunto en Agüimes.
El presupuesto de licitación será de 1.515.278 euros procedentes de cuatro administraciones, el Gobierno de Canarias (230.048 euros), el Gobierno de España (199.951 euros), el Cabildo de Gran Canaria (525.000 euros) y el Ayuntamiento de Agüimes (549.130 euros), a los que hay que sumar 11.148 euros, cantidad que deberán aportar los propietarios-as de las viviendas, pero que "el ayuntamiento asumirá al considerar los escasos recursos económicos que tienen los particulares y porque será más rápido administrativamente", tal y como explicó la Concejala de Vivienda, María Suárez.
Estas 160 viviendas, en las que residen más de 600 personas, que serán incluidas en este programa de renovación, se encuentran en cuatro zonas distintas, si bien todas son conocidas popularmente como "casas baratas", y presentan un estado deterioro notable, por lo que existe la necesidad de actuar sobre ellas "para facilitar a los usuarios-as una mayor calidad de vida".
En general, presentan daños en las fachadas por falta de mantenimiento, la acción climática, la baja calidad de la pintura y la falta de malla de refuerzo, además de presentar también desprendimientos, fisuras y deterioro del soporte y las cornisas.
Asimismo, las azoteas tienen pendientes cambiadas, ausencia de aislamiento térmico y bidones y cubiertas de uralita no permitidas por la legislación actual.
Las viviendas sufren también lesiones interiores como humedades o falta de aislamiento acústico, entre otros, razón por la que estos trabajos son muy necesarios para garantizar una mejora del conjunto de las edificaciones.