22 de julio de 2022

Agüimes proyecta construir un centro museístico en la Batería Militar de Arinaga

 Viernes, 22 de julio.

Infografía de una de las salas del proyecto museístico
Prensa Agüimes

Las viejas instalaciones de la Batería Militar de Arinaga, que data de los años 40 del pasado siglo, de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, llevan décadas abandonadas y poco valoradas, pero un proyecto del Ayuntamiento de Agüimes, presupuestado en 8,02 millones de euros, aspira a rehabilitarlas y reconvertirlas en un centro museístico de carácter insular.
La pretensión del gobierno local, que ha presentado esta iniciativa al Plan de Infraestructuras Turísticas de Canarias, es que estas dependencias no solo sirvan para enseñar parte del patrimonio militar de Gran Canaria, del que esta batería es una valiosa muestra, sino también para que haga las veces de centro de interpretación de los valores naturales e históricos del entorno en el que se enclava, el Espacio Protegido del Monumento Natural de Arinaga.
La propuesta museística, según se recoge en la memoria descriptiva, abarca una parcela de una superficie aproximada de 75.046 metros cuadrados y que está ubicada entre los 65 y los 180 metros de altura sobre el nivel del mar.
Entre las construcciones que la conforman figura un barracón de una sola planta, gran parte del cual acogerá un restaurante que podrían funcionar de forma independiente al museo, mientras que el resto de la edificación serviría como sede de la gerencia del centro y de una oficina de información turística.
El proyecto plantea que los túneles por los que durante lustros se movieron los soldados pasen a convertirse en galería expositivas y que tres de las cuatro baterías de la instalación (la última queda fuera de esta actuación) sustituyan los tiros de las armas de artillería para las que fueron concebidas por los disparos de los móviles y cámaras de fotografía, por lo que pasarían de ser plataforma para armamento a miradores con vistas a la bahía y a Arinaga.
El futuro centro de interpretación incluirá también nuevas construcciones, entre las que estarían una entrada cubierta que albergaría la recepción del museo, la tienda y un mirador, un pequeño auditorio-diaporama, una sala piramidal excavada en la roca, abierta por su parte superior que se usará como patio al aire libre, y unas rampas de acceso que conectarán el barracón con los túneles.
Este futuro museo tendrá doble valor, por lo que es y por lo que acogerá, ya que la propia construcción en sí es un ejemplo de las baterías de costa con las que la Dictadura de Franco trató de artillar las costas de las islas por miedo a una invasión militar aliada en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.