Martes, 4 de octubre.
Antonio Morales*
La primera persona que me dio cuenta de que se estaba gestando un nuevo medio de comunicación en Canarias, en concreto en Gran Canaria, fue Pedro Macía, el que fuera director de Televisión Española en Canarias y una voz y una cara conocidísimas del mundo de la radio y la televisión en España.
Me hizo ese anuncio tras una charla en el municipio de Agüimes en la que hablábamos de la importancia de la diversificación y de la pluralidad en los medios frente, en aquel momento, a un solo periódico impreso en la provincia de Las Palmas y a la necesidad de evitar esos monopolios que ponen en riesgo la democracia y las libertades públicas.
Unos meses después contactó conmigo desde ese periódico en gestación Manolo Betancor, que entonces era el responsable de la sección de local, para plantearme una propuesta de colaboración. No lo dudé ni un momento porque yo siempre había tenido ese gusanillo, mi vocación frustrada era la de ser periodista. Era un joven de 25 años que había terminado hacía muy poco mi carrera de Geografía e Historia - Historia del Arte, tenía muchas inquietudes políticas y me ilusionaba colaborar con un medio nuevo que venía a abrir posibilidades y horizontes a sectores sociales silenciados.
El 2 de octubre de 1982 ve la luz Canarias7, ese nuevo medio que hoy cumple cuarenta años y del que fui durante unos cuántos años corresponsal en la zona sureste de la isla, informando de cuanto acontecía en unos municipios que estaban empezando a vivir un profundo proceso de transformación. Por lo tanto, la celebración de la presencia durante cuatro décadas de este periódico es un evento que me interpela de manera muy personal y que me trae muy buenos recuerdos. Y ya no solo de esa época. Cinco años después, en 1987, accedí a la alcaldía de la villa de Agüimes y cuatro años más tarde, en 1991, empecé a escribir semanalmente un artículo para compartir mis reflexiones con la ciudadanía. Y lo hice en esta casa. Semana tras semana y solo con las pausas vacacionales de agosto, este medio de comunicación me ha dejado siempre abierta sus puertas, sin ataduras ni cortapisas.
La aparición de Canarias7 fue muy importante ya que permitió romper el monopolio en la prensa escrita de esta provincia, lo que suponía que nadie tuviera la posibilidad de abrir o cerrar las puertas a una información de los distintos colectivos, las instituciones o la ciudadanía.
Han pasado 40 años desde que un día, tal como hoy, viera la luz la primera edición de Canarias7. 40 años que le han permitido ser testigo y relator excepcional de uno de los periodos de mayor transformación de Gran Canaria y de Canarias, dado que surge con una fuerte vocación regional. En estas cuatro décadas se han sucedido episodios históricos.
Se consolidó nuestra autonomía y autogobierno y entramos en la UE iniciando un fuerte periodo de apertura y modernización de nuestra economía. Se creó la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, fruto de una fuerte movilización social de reivindicación a la que el periódico le dio un importante altavoz. Pero también tuvo un crucial papel en la divulgación de conocimiento científico sobre nuestra tierra con hitos históricos como la distribución de publicaciones sobre, entre otras, la flora y fauna de Canarias, la guía de los senderos de nuestra tierra o la de nuestros municipios, su geografía, historia y costumbres… ¿En qué hogar de Gran Canaria no se encuentra al menos un ejemplar de esas publicaciones? ¿Cuántos niños y jóvenes no lo utilizaron para sus trabajos de clase? ¿Cómo no valorar su enorme aportación a la unidad de Canarias y al conocimiento de todos aquellos valores que nos conforman como pueblo?
Canarias7 también ha sido un medio innovador, capaz de adaptarse a un entorno tan cambiante como el de la comunicación y el periodismo. De hecho su versión digital salió en 1995 y se convirtió en uno de los primeros medios españoles en tener presencia en internet. De esta manera se posicionaba en el que hoy es el presente y futuro de la prensa.
Sus instalaciones en El Sebadal han sido testigo de debates, conferencias, presentaciones de libros o de proyectos que han servido para medir el pulso del devenir de la isla y la Comunidad en las últimas décadas.
Asimismo durante el periodo más duro de la pandemia, y más recientemente en Canarias con la erupción volcánica de La Palma, se ha puesto de manifiesto la importancia de contar con buenos medios de comunicación y buenos profesionales que transmitan información veraz y de servicio público cuando más se necesita. Eso es especialmente importante en un territorio como el nuestro, singular y complejo, que necesita ser comprendido y explicado.
Como dije anteriormente, el periodismo se encuentra entre mis vocaciones frustradas y por ello debo acordarme de todos y todas las profesionales que durante todos estos años han pasado por Canarias7. No solo a los periodistas, sino también a todo el equipo de decenas de profesiones diferentes que hacen posible que cada mañana encontremos una nueva edición del diario en los quioscos de todas las geografías insulares. Y a la propiedad, a Inforcasa, que ha sabido resistir en momentos en los que se diseñaron estrategias para intentar generar monopolios políticos empresariales.
Cuando un medio de comunicación cumple años, de alguna manera es una celebración para toda la sociedad. Para las miles de historias, personas, fotografías, etc. que han tenido cabida en sus páginas. Cada periódico es una suerte de enciclopedia del presente, una fuente imprescindible para los investigadores que quieran arrojar luz sobre nuestro pasado reciente.
En su libro de memorias “Mi último suspiro”, Luis Buñuel hace una afirmación que suscribo en el mensaje global de la necesidad del periodismo como garante de las libertades, para acercarnos cada día a lo que sucede a nuestro alrededor: “Una confesión: pese a mi odio a la información, me gustaría poder levantarme de entre los muertos cada diez años, llegarme hasta un quiosco y comprar varios periódicos. No pediría más”.
Desde el punto de vista informativo, estamos viviendo una época en la que la generalización de las redes sociales ha provocado el auge de las “fake news” y está influyendo de manera determinante en la polarización de la sociedad. Cada día es más difícil para la población distinguir qué información es veraz y no está sometida a la manipulación interesada de intereses económicos, políticos o, simplemente, de mala baba. Eso está provocando preocupantes “burbujas informativas”, es decir, cada uno solo escucha aquellas noticias y opinadores que refuerzan sus creencias previas. Es sin duda un grave problema para la democracia. No podemos asumir silentes la afirmación de Iñaki Gabilondo de que “el periodismo clásico, el veraz, el libre, el del respeto, el del rigor y el compromiso está arrinconado por esa invasión de la desvergüenza y el insulto”. Ni olvidarnos de la aseveración contundente de Hannah Arendt de que “la libertad de opinión es una farsa, a menos que se garantice la información objetiva y que no estén en discusión los hechos mismos”.
Es evidente que este 40 aniversario no ocurre en el mejor de los momentos. Acabamos de salir de una pandemia, y afrontamos una inflación histórica y una guerra en Europa. Miles de personas en La Palma aún esperan y luchan por retomar las vidas que la erupción interrumpió bruscamente. Pero Canarias7 nos ha ayudado a conocer y a comprender todos estos fenómenos. Porque la información es poder y es libertad. Y es imprescindible para ejercer nuestros derechos.
Por todos estos motivos, muchas felicidades a Canarias7 por su 40 aniversario. Espero que la sociedad canaria y grancanaria en particular pueda seguir celebrando fechas tan señaladas con ustedes. Y que no nos olvidemos de apoyar a los medios de información como éste que dan la cara cada día para hacer posible una información plural en tiempos de lucha global entre autoritarismo y democracia.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)