Miércoles, 28 de diciembre.
Redacción
La calima y el viento han recogido el testigo de la lluvia y la nieve, en las islas occidentales, y de los cielos despejados y temperaturas primaverales en la oriental, en la que tampoco se descartan chubascos y tormentas en los próximos días, tal y como se dio ayer en la zona sureste de la isla, donde las precipitaciones débiles se mezclaban con el polvo en suspensión para dar forma a una auténtica lluvia de barro.
Tanto es así, que la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias tiene activada desde ayer una alerta por calima en todo el archipiélago que, en principio, se había activado solo para las islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
El polvo en suspensión afecta de forma generalizada a Canarias, con visibilidades inferiores a los 1.500 metros y concentraciones que oscilan entre 640 y 1.240 microgramos de polvo por metro cúbico de aire.
La Agencia Estatal de Meteorología apunta en sus predicciones que, aunque el polvo en suspensión se mantendrá hasta el viernes, se espera que la presencia sea intensa hasta la jornada de mañana, cuando en horario de tarde comience a remitir de este a oeste.