4 de febrero de 2023

Opinión: Agüimes, deuda cero

 Sábado, 4 de febrero.                                                                                                         

Rafael Álvarez Gil*

El Ayuntamiento de Agüimes cerró 2022 sin deuda pública, lo que a Óscar Hernández le abre un panorama de expectativas y políticas públicas a desarrollar muy interesante para la ciudadanía. Agüimes, feudo histórico de la izquierda canaria, cuenta con una red de equipamientos e infraestructuras de titularidad municipal de primer nivel, mayor incluso al de otros municipios del archipiélago que ostentan una renta per cápita más elevada. No se trata de tener recursos, que también, sino sobre todo de saber administrarlos. Y es aquí donde procede retrotraerse a la etapa de Antonio Morales y la arraigada estirpe municipalista de Roque Aguayro / Nueva Canarias.
Mientras la tónica habitual de la derecha es apropiarse del concepto de austeridad (la mala) que casa con el "austericidio" de Angela Merkel y compañía tras la Gran Recesión de 2008, hay otra austeridad clásica defendida por la izquierda. En concreto, por Enrico Berliguer en "Austeridad" (Editorial Materiales, 1978). Cuando la austeridad no estaba de moda ni ocupaba informativos, ya el secretario general del Partido Comunista italiano (1972-1984) teorizaba sobre ello.
Antonio Morales, que aguarda una ferviente convicción por esa izquierda sobria e ilustrada, inmune a los sin fundamentos de los populismos de toda laya, dejó como regidor esa herencia de gobernanza que desde 2015 ha extendido a Gran Canaria como presidente de la institución insular. Óscar Hernández ha protagonizado el finalizar el último crédito que quedaba y que en su día se solicitó a una entidad financiera par diligenciar la construcción del auditorio, de una arquitectura y diseño fino y elegante y ubicado en un enclave apacible, amén de las explanadas que lo rodean, junto al casco.
Cabe reivindicar por parte de las administraciones públicas no tener pendiente deuda por saldar. Es incluso un ejemplo hacia el resto. Quien no debe, es más libre. Quien no acumula créditos e hipotecas, podrá ejercer su libertad material. Y eso vale oro. Pero es austeridad no debe ser jamás artificio para perpetrar recortes y sufrimiento al pueblo. No debe operar como subterfugio para desmantelar el Estado del Bienestar. En los municipios se despliega la ideología al practicar unas y otras políticas públicas. Se equivocan los que conciben los consistorios como meras gestorías. Basta, como señal, con detenerse en la decoración que acompaña a las fiestas de los agüimenses: elementos populares y banderas canarias lucen como testimonio de un propósito ideológico.
Ahora, el alcalde Óscar Hernández, proseguirá por esa senda de la defensa de lo público, del bien común, siempre preponderando a los que no tienen de todo. Agüimes, desde hace décadas, es un referente en toda regla del municipalismo en Canarias. Este feudo electoral del nacionalismo y la izquierda isleña continúa en su trayectoria jalonada de éxitos colectivos. Sin lazos que te someten a la banca, el Ayuntamiento de Agüimes es del todo libre; se empiedra, refuerza la autoestima ciudadana y ensalza la democracia basada en la primacía de los intereses del pueblo; en nada más.
*Rafael Álvarez Gil es columnista de TeldeActualidad.