4 de abril de 2023

Opinión: Una isla de arte

 Martes, 4 de abril.

Antonio Morales*

El Museo de Bellas Artes de Gran Canaria, el MUBEA, ya es una hermosa realidad. Desde el pasado jueves 23 está presente en las salas de la Casa de Colón, del Centro de Artes Plásticas de Gran Canaria y del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), en forma de una magnífica exposición con 250 piezas de las más de 20.000 que conforman el patrimonio de la Corporación Insular, de los hombres y mujeres de Gran Canaria. 256 piezas seleccionadas como hilo conductor de la historia del arte en Canarias, en Gran Canaria. Un arte que está bañado en la luz, el color, el alisio y el mar de los isleños. Evidencia a la vez  su papel histórico en el mundo. Es arte canario abierto por sus vínculos y referencias a la apuesta histórica de la travesía del Atlántico.
En unos meses podremos abrir las puertas del espacio final, definitivo, donde todo este caudal podrá ser visitado. Será una exposición permanente que narra la evolución de nuestro territorio a través del arte y que irá enriqueciendo el discurso con las diferentes muestras de épocas, estilos, géneros y autores que conforman la mayor colección de arte canario existente. Un legado que ha ido creciendo y mejorando gracias a la tenacidad y constancia del Cabildo de Gran Canaria en la recuperación, restauración, conservación y difusión del patrimonio pictótico, escultórico…
La ubicación definitiva del MUBEA será el inmueble del histórico edificio que fuera el Hospital San Martín, en el barrio de Vegueta, próximo a los tres centros museísticos del Cabildo antes citados. Un edificio que, además de sus orígenes de beneficencia y atención a los más necesitados desde  finales del siglo XV hasta su construcción actual a finales del XVIII, ha sido objeto de una profunda transformación arquitectónica así como de un complejo proceso para poder mantener la cica -o falsa palmera- de más de 230 años de antigüedad y 11 metros de altura, que también forma parte del conjunto arquitectónico, como símbolo de resistencia de la naturaleza, como icono del nuevo centro de arte.
La iniciativa de crear un Museo de Bellas Artes no es una ocurrencia reciente, sino una necesidad que surgió desde que se constituyó el Cabildo de Gran Canaria, hace 110 años, cuando se gestaba la creación de la Escuela de Artes Decorativas Luján Pérez. La necesidad de dotar a la isla, y al patrimonio atesorado por la institución, de un lugar relevante para su muestra, dio lugar a que en 1951, cuando se constituye el primer Patronato de la Casa de Colón, se incluyera entre sus objetivos ser sede de una exposición de la creciente colección del Cabildo, como Museo de Bellas Artes.
La propia evolución de la Casa de Colón, como centro de referencia museística y cultural colombina, postergó durante décadas la idea del museo, pero la colección aumentaba en cantidad y calidad, con arte de otros continentes y firmas como Murillo, Rembrandt o Goya, entre otros, que demuestra que la historia de la isla está ligada a la gran odisea atlántica, lo que hizo crecer las pretensiones y realidades de nuestra sociedad en torno al arte. La apertura de nuevas Casas-Museo y el CAAM, amplían la dimensión cultural de Gran Canaria, y la del anhelado Museo de Bellas Artes también.
La exposición 'Isla de Arte. Una colección para el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria', ofrece una selección y recapitulación del ingente patrimonio público del que la sociedad grancanaria es titular. Como indica el comisario de la exposición Francisco Javier Pueyo, se ha consolidado como “la colección pública de más alto interés patrimonial y artístico existente en Canarias, tanto en la calidad extraordinaria de numerosas obras, como en el gran volumen alcanzado, con más de veinte mil piezas que abarcan siglos de creatividad transformadora de nuestro acervo cultural”.
Es una deslumbrante realidad gracias al Cabildo de Gran Canaria que, desde sus orígenes, consideró la promoción cultural como una seña de su identidad. Comprendió que la fuerza de las ideas innovadoras y transformadoras servía para construir y liderar la nueva sociedad que estaba gestándose en aquella Gran Canaria que quería superar el triste balance del siglo XIX y afrontar el prometedor futuro que abría la nueva realidad del Puerto de La Luz.
Como decía, ha sido decisivo para Gran Canaria que las sucesivas corporaciones, con sus distintas intensidades y sensibilidades, hayan mantenido su disposición para fomentar la cultura en todos los ámbitos, incluso más allá de sus competencias cuando estas demandas de nuestra sociedad eran desatendidas (y desentendidas) por los organismos competentes.
Fue el Cabildo el que asumió e impulsó los estudios medios, los estudios de comercio o maestrías industriales, la Universidad Internacional Pérez Galdós, la Escuela de Enfermería o el Colegio Universitario de Las Palmas. Estas iniciativas fueron paralelas a otras acciones como las del Jardín Botánico Viera y Clavijo que, junto a los centros museísticos incorporan nuevas demandas como el Centro de Cultura Audiovisual o varias fundaciones que promueven las artes escénicas (Teatro Cuyás) y la música (OFGC y Fundación Nanino Díaz Cutillas). También a figuras destacadas de nuestra historia, arqueología, etnografía, etc. Estamos ante un conjunto  multidisciplinar de activos que convierte al Cabildo en el principal conservador y promotor artístico en Gran Canaria. Y su mirada se extiende más allá de la isla.
Quizás esa vocación de conservación y reconocimiento del arte isleño tenga que ver con la influencia que tuvo, en los primeros gestores del Cabildo el surgimiento en Las Palmas de Gran Canaria de la Escuela Luján Pérez en 1918. Su espíritu de transformación social a través de las enseñanzas artísticas también fue incorporado al ideario del Gobierno Insular. Una transmisión de la cultura y las artes a la comunidad grancanaria que también se inspiró en las relaciones con el medio, con el espacio que habitamos: la flora, el paisaje, la historia, incluso el descubrimiento de los colores  y de la luz que inspiraron a Oramas.
El retorno a la isla forma parte del inventario de la Escuela Luján Pérez, cuna del indigenismo. Esa visión ecológica y social que inspiró a los discípulos de Carló, Fray Lesco y Massieu, se extendió a todo el mundo del arte y forma parte de nuestra identidad. La intención de mostrar sin tapujos las duras condiciones del mundo campesino y del trabajo en nuestra tierra así como la reivindicación de lo propio y la recuperación de lo natural surgen de una profunda reflexión colectiva sobre nuestras condiciones de vida, la degradación de la isla y la agonía de una naturaleza que da signos de destrucción irreversible.
Isla de Arte es diferente a todas las exposiciones vistas en Canarias. Se trata de una convocatoria a la sociedad para mostrar el fruto del esfuerzo realizado a través de sus instituciones, de su contribución a hacer de la isla una obra de arte, de llevar el arte a la vida a través de las creaciones de cientos de personas que formaron parte de nuestra comunidad o dejaron aquí su legado, rescatado, conservado y divulgado por la institución grancanaria.
Refleja la disposición, la tradición isleña de trasladar a la pintura, a la escultura, a la fotografía y a toda expresión creativa, el sentido y el alma de la isla y de sus habitantes.  Está perfectamente explicado por uno de los grandes valedores de nuestro arte atlántico, Néstor Martín-Fernández de la Torre, quien describe su vocación como “Hacer de la vida una obra de arte”.
Es un acontecimiento cultural del máximo nivel por su valor plástico, pero también porque supone una contribución integral para conocer las distintas miradas sociales, antropológicas y etnográficas que se expresan en este inmenso capital cultural que el MUBEA acoge.
Todos y todas, artistas y obras, son esa Isla Arte, o Isla Museo, que va a sorprender y entusiasmar en este brillante adelanto de lo que será el Mubea que mostrará la expresión excelsa del enorme patrimonio de los grancanarios y grancanarias. Un verdadero tesoro que debe ser expuesto y objeto de muestras temáticas que permitan al público conocer su patrimonio a través de la variedad de discursos de una isla de arte, con un museo que será referente internacional del arte canario y cuya proyección comienza ahora.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)