Miércoles, 25 de octubre.
Canarias7
Las cuatro naves que el Cabildo de Gran Canaria construyó y nunca abrió en el futuro Polígono Agropecuario de Los Corralillos se reconvertirán en un centro de reproducción animal de razas autóctonas canarias una vez se ejecuten las obras que la Consejería de Sector Primario acaba de sacar a concurso con un presupuesto de 1,10 millones de euros y que prevé financiar hasta 2025.
El proyecto quiere llegar a lograr en estas naves totalmente abandonadas y en avanzado estado de deterioro, cuyas obras incluyen demoliciones, urbanización, cerramientos y todo tipo de instalaciones, una mejora genética de las razas autóctonas de caprino y ovino, principalmente, mediante la selección de los mejores animales.
La explotación prevista está dirigida a un número aproximado de noventa cabezas, el equivalente a quince unidades de ganado mayor (UGM).
En concreto se hará una selección de machos, eligiendo aquellos que mejores capacidades reproductivas tengan y cuya descendencia permita unas mejores producciones lácteas, por lo que serán animales seleccionados de alto nivel reproductivo y que, en consecuencias, deben estar protegido frente a enfermedades y agresiones externas.
El proyecto de obra licitado prevé acondicionar las cuatro naves que se terminaron de construir en 2006 para la recría de baifos y corderos, aunque jamás llegaron a entrar en funcionamiento porque, entre otros motivos, nunca dispuso de abastecimiento de agua potable.
El estado actual de las cuatro naves es deplorable debido al abandono de casi dos décadas y han sido objeto de todo tipo de actos vandálicos y robos de distintos materiales, por lo que de la cubierta de los edificios, estancia de animales y zona de cuarentena queda menos del 80%.
Estos edificios cuentan únicamente con la obra civil, sin ningún tipo de instalación más allá de las conducciones de saneamiento.
Además, según detalla el proyecto de obra, los canalones, cumbreras y laterales de cerramiento se encuentran en muy mal estado, no existen bajantes de aguas pluviales, los huecos de carpintería han sido tapiados para evitar la entrada y uso de los edificios, las puertas que no se tapiaron están dañadas, las paredes interiores se encuentran llenas de pintadas y grafitis, y las instalaciones están llenas de basura y excremento de palomas.
En cuanto a la urbanización exterior de las cuatro naves, se encuentra ejecutado el callejeado de las calles, pero carecen de pavimento, aceras y, aunque se conservan las infraestructuras de alcantarillado y pluviales, han sido robadas las tapas de los pozos de registro y no se sabe el estado de las mismas.
Finalmente, la distribución atual de los edificios no se adapta al nuevo uso, que precisa de unas condiciones de manejo más estrictas que las prevista inicialmente, cuando fueron proyectadas a principios de este siglo.
Una vez terminadas las obras, el centro dispondrá de un edificio administrativo, un almacén de toma demuestras, una nave de estancia de animales y otra de cuarentena.
Con ello se pondrá en marcha un complejo ganadero, que ocupa una superficie 15.500 metros cuadrados, que no completará la edificabilidad máxima permitida, que es de 3.875 metros cuadrados, muy superior a la edificación de las obras, que será de 2.060,51 metros cuadrados, un poco más de la ahora existente.