11 de junio de 2024

Condenado a 18 años de prisión por atacar a una pareja de campistas en Playa de Vargas

 Martes, 11 de junio.

Imagen de archivo
Redacción

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas dictó la pasada semana una sentencia condenatoria contra S.P.H., imponiéndole una condena de 18 años y dos días de prisión por la comisión, el 1 de abril de 2020, en la Playa de Vargas, de los delitos de agresión sexual con acceso carnal e intimidación con el uso de un arma y detención ilegal.
Según la sentencia, que fue recurrida por la defensa y ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), el acusado actuó ocultando su identidad con una sudadera y un pasamontañas y armado con un cuchillo de 20 centímetros, presentándose ante las víctimas, que se encontraban esos días pasando el confinamiento en una tienda de campaña en la Playa de Vargas, diciendo que era policía.
De inmediato, ordenó a la mujer que amarrara a su pareja con bridas bajo la amenaza de usar el cuchillo, y la obligó a caminar con él hasta una finca cercana abandonada, siendo sometida durante el traslado a amenazas constantes y agredida sexualmente al llegar a un cuarto de aperos.
Tras la agresión, el acusado dejó a la mujer en esta instalación, donde fue encontraba al amanecer por un hombre que paseaba con su perro, mientras que su pareja permaneció atada en la tienda de campaña hasta que logró liberarse parcialmente usando una lata y un mechero para cortar las bridas.
Posteriormente, cuando eran las 22.45 horas, logró llamar al 112 y fue encontrado pasada la medianoche por la Guardia Civil y aún con las manos atadas.
Los testimonios de las víctimas fueron fundamentales para la redacción de la sentencia, describiendo la perjudicada el horror vivido durante su secuestro y agresión, y reconociendo al acusado por la voz y otros detalles, ya que era conocido de su pareja.
Por su parte, agentes de la Brigada de Delitos contra las Personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil encontraron las bridas utilizadas, que coincidían con otras halladas en la casa del acusado, y que contenían el ADN de la pareja, que acertaron también a identificar el cuchillo y el móvil del acusado como las herramientas utilizadas en los hechos.
El acusado, no obstante, que negó las acusaciones y alegó no haber estado en el lugar de los hechos, argumentó que las pruebas presentadas eran insuficientes y que los denunciantes estaban confabulados, al tiempo que señalaba que las lesiones podían haber sido causadas por otros factores no relacionados con él.
Asimismo, también cuestionó la validez de los análisis del ADN y las pruebas forenses, sosteniendo que los objetos encontrados (cuchillo y bridas) podrán haber sido manipulados para incriminarlo.
La Sala condenó a S.P.H. a 13 años y un día de prisión por un delito de agresión sexual con acceso carnal, cometido con intimidación y uso de arma capaz de causar la muerte o lesiones graves, y a cinco años y un día por detención ilegal.
También fue penado a cinco años y un día más por la comisión de un delito de detención ilegal con la concurrencia de la agravante de disfraz, por lo que deberá indemnizar a la mujer con 75.000 euros y a su pareja con 25.000 euros.
La sentencia recoge que la médico forense detalló las lesiones sufridas por la mujer, describiendo de manera precisa que sufrió unas heridas compatibles con una agresión sexual violenta, y constató la presencia de traumatismos y laceraciones en varias partes de su cuerpo que corroboraba su relato de los hechos.
Asimismo, se realizaron exámenes psicológicos a la víctima para evaluar el impacto emocional sufrido tras la agresión, concluyendo que la presentaba síntomas claros de estrés postraumático, incluyendo ansiedad severa, insomnio y flashbacks recurrentes de la agresión.
Los análisis realizados en la bridas utilizadas para inmovilizar al varón revelaron la presencia de su ADN, lo que confirmaba que fue atado contra su voluntad, y se identificaron restos biológicos del acusado en el cuchillo utilizado durante el ataque.
El especialista destacó que las lesiones observadas en la mujer eran incompatibles con cualquier otra causa que no fuera una agresión sexual.
En su testimonio, la médico forense hizo hincapié en la importancia de la intervención inmediata y el tratamiento continuo para mitigar las secuelas psicológicas de la víctima, y concluyó afirmando que "es fundamental que reciba apoyo psicológico a largo plazo para superar el trauma experimentado".