Domingo, 1 de diciembre.
Redacción
Los tres hombres acusados de pertenecer a una banda que enviaba droga por correo de Gran Canaria a Italia reconocieron el miércoles los hechos durante el juicio celebrado en su contra y han aceptado condenas que van de dos a cinco años de cárcel.
El fiscal y las defensas han alcanzado un acuerdo de conformidad que rebaja las penas solicitadas inicialmente al presunto líder y dueño de un club cannábico por estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes y padecer drogadicción, así como a otro de los miembros del grupo, al que se le condena como cómplice y no como autor de los hechos.
Los encausados, de nacionalidad italiana, admitieron ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas que en el año 2000 venían dedicándose al cultivo y la posterior distribución de hachís y marihuana.
La plantación la tenían en una finca de la zona del Barranco de las Dueñas, en las inmediaciones de Vargas, arrendada a otro de los acusados, que tenía conocimiento pleno de lo que se cultivaba en su propiedad.
La droga la vendían en un local que explotaban como club cannábico en Las Palmas de Gran Canaria, para lo que intentaron darle una apariencia de legalidad al constituir la asociación Green House CSC.
De la misma forma, llevaban a cabo la distribución de estupefacientes mediante el envío de paquetes postales que remitán bajo identidades falsas a terceras personas no identificadas que se localizaban fundamentalmente en Italia.
Las pesquisas se iniciaron en junio de 2020, cuando la Guardia Civil halló en el Aeropuerto de Gran Canaria un paquete postal con 461 gramos de hachís que había sido enviado por los acusados a Génova, en Italia, por lo que las autoridades policiales empezaron a analizar con detenimiento los movimientos de la presunta red de narcotraficantes.
Así, lograron intervenir otros catorce paquetes enviados a Italia y Reino Unido entre los meses de junio y julio de 2020, que tras su análisis correspondiente resultó contener casi siete kilos de hachís y 160 gramos de marihuana.
La autoridad judicial competente ordenó la entrada y registro en el club cannábico, la finca de Vargas y varios domicilios vinculados a los investigados, que dio como resultado la incautación de 193 plantas de marihuana de más de un metro de altura, 100 hojas de la misma planta, 11,737 kilos de marihuana y 1,254 gramos de hachís, que hubiese alcanzado en el mercado ilícito un valor de 120.000 euros.
El acuerdo alcanzado por las plantas contempla, además de la pena de prisión, una multa de 450.000 euros para dos de los acusados por dos delitos contra la salud pública y de asociación ilícita, mientras que el dueño de la finca deberá pagar 120.000 euros como cómplice.
Otras medidas que se les impondrán serán la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y, para el dueño del club cannábico, además, para ejercer empleo o cargo público durante nueve años
El fiscal y las defensas han alcanzado un acuerdo de conformidad que rebaja las penas solicitadas inicialmente al presunto líder y dueño de un club cannábico por estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes y padecer drogadicción, así como a otro de los miembros del grupo, al que se le condena como cómplice y no como autor de los hechos.
Los encausados, de nacionalidad italiana, admitieron ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas que en el año 2000 venían dedicándose al cultivo y la posterior distribución de hachís y marihuana.
La plantación la tenían en una finca de la zona del Barranco de las Dueñas, en las inmediaciones de Vargas, arrendada a otro de los acusados, que tenía conocimiento pleno de lo que se cultivaba en su propiedad.
La droga la vendían en un local que explotaban como club cannábico en Las Palmas de Gran Canaria, para lo que intentaron darle una apariencia de legalidad al constituir la asociación Green House CSC.
De la misma forma, llevaban a cabo la distribución de estupefacientes mediante el envío de paquetes postales que remitán bajo identidades falsas a terceras personas no identificadas que se localizaban fundamentalmente en Italia.
Las pesquisas se iniciaron en junio de 2020, cuando la Guardia Civil halló en el Aeropuerto de Gran Canaria un paquete postal con 461 gramos de hachís que había sido enviado por los acusados a Génova, en Italia, por lo que las autoridades policiales empezaron a analizar con detenimiento los movimientos de la presunta red de narcotraficantes.
Así, lograron intervenir otros catorce paquetes enviados a Italia y Reino Unido entre los meses de junio y julio de 2020, que tras su análisis correspondiente resultó contener casi siete kilos de hachís y 160 gramos de marihuana.
La autoridad judicial competente ordenó la entrada y registro en el club cannábico, la finca de Vargas y varios domicilios vinculados a los investigados, que dio como resultado la incautación de 193 plantas de marihuana de más de un metro de altura, 100 hojas de la misma planta, 11,737 kilos de marihuana y 1,254 gramos de hachís, que hubiese alcanzado en el mercado ilícito un valor de 120.000 euros.
El acuerdo alcanzado por las plantas contempla, además de la pena de prisión, una multa de 450.000 euros para dos de los acusados por dos delitos contra la salud pública y de asociación ilícita, mientras que el dueño de la finca deberá pagar 120.000 euros como cómplice.
Otras medidas que se les impondrán serán la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y, para el dueño del club cannábico, además, para ejercer empleo o cargo público durante nueve años